Ellena apretó la mandíbula cuando reveló la información que Marte realmente había querido escuchar durante todos estos meses.
Pero de alguna manera, cuando finalmente la recibió... el príncipe no se sintió feliz.
¿Cómo podría sentirse feliz? Este secreto le costaría la vida a Ellena, y su amistad.
¿Por qué...? ¿Por qué era tan desafortunado que seguía molestando a la gente con sus problemas y los hacía hacer un sacrificio por él?
—Ellena... no te pedí que revelaras la ubicación de la bruja —Marte dijo con voz ronca—. No quiero que mueras.
—Bueno... ya es demasiado tarde para eso —Ellena miró hacia otro lado—. Ya no quería ver al príncipe. He muerto en el momento en que elegiste a otra mujer sobre mí. Ya no veo el sentido de vivir más.
—Ellena... —Marte sintió que su corazón se hundía—. ¿Qué te hizo la bruja? ¿Cómo puedo liberarte de la maldición?