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—Qin Mo ya había adivinado que la mujer de mediana edad que vino a amenazarlo esa mañana trataría de mantenerlo dentro del hospital. Pero no pensó que sería tan exagerado que tuviera que llamar a alguien para que lo ayudara a salir del hospital sin ser visto.
—Hahaha... ¿Qué pasó, Qin Mo? ¿Estás escapando de una de tus pacientes mujeres otra vez? —Lu Che sonrió al hombre con el rostro más inexpresivo que había visto en su vida.
—Qin Mo echó un vistazo al espejo retrovisor para darle una mirada antes de responder: «Habría sido mucho más fácil si ese fuera el caso».
—Así es... Si solo se tratara de una paciente femenina que quisiera cortejarlo y perseguirlo, podría simplemente darles una excusa para que dejaran de acosarlo. Sin embargo, esa mujer de mediana edad quería llevárselo para interrogarlo.
—Lu Che vio la mirada complicada en sus ojos y suspiró: «¿Qué pasó?»