De la historia que su hijo narró, había un 98% de probabilidad de que fuera el padre biológico de Jia Li, pero por formalidad quería realizar una prueba de paternidad.
Jia Li ya era adulta y tenía éxito, además, se había casado dentro de la familia Fu. No estaría mal que las tres familias se unieran, pensó para sí mismo.
—¡Nunca! ¡Eso nunca sucederá! —dijo la tercera hija de la familia Huang.
—¿Qué crees que sucederá cuando esa joven sepa la manera en que fue concebida? Te sugiero que abandones esa idea ridícula.
—Conozco esta situación muy bien. Claro, no le caerá bien, pero con el tiempo, aprenderá a aceptarlo, porque nunca podrá negar quién es su padre biológico —insistió el viejo señor Guang.
Lo único que buscaba eran los beneficios que obtendría si las tres familias se unieran, y nada más.