—¡Su Majestad ha vuelto!
—Rápido, damas, vamos todas a recibir a la Reina en la entrada!
Cuando Esther llegó al palacio de la Reina, todas las personas que trabajaban en su residencia, ya fueran los sirvientes reales o sus damas de compañía, estaban alineadas para darle la bienvenida a su llegada, sus expresiones llenas de alivio y felicidad al verla bajar de la carroza.
—¡Bienvenida de nuevo, Su Majestad!
Esther era conocida por su amable naturaleza, socializando y tratando a las personas con calor a pesar de ser de la realeza, y eso la hacía bastante popular y querida no solo por sus subordinados directos, sino incluso por otras personas que trabajaban dentro del palacio. Había muchos rumores malos sobre la salud de la Reina, y todos estaban preocupados por su reina, especialmente aquellas damas que tienen amistad con Esther.