—¿Finalmente lo encontramos? —murmuró Jiang Yue más para ella misma, todavía en incredulidad.
—Sí —asintió Luz del Sol—. Lo vi yo misma y se ve igual que en la foto que me mostraste, así que no hay duda. Esta vez estaba más delgado y, por supuesto, mayor.
Feng De era la única otra pista que Jiang Yue tenía que podría llevarla a la persona responsable de dañar a su familia y a su hermano.
Él era la única persona con la que Ying Wei había intentado reunirse varias veces, aparte de ella, Jiang Xiu, su padre y Mao Shi.
Y la mayoría de las veces que se reunían, era de manera encubierta, y ambos evitaban ser capturados en cualquier tipo de cámara de vigilancia. Si Jiang Yue no hubiera logrado notar el patrón de su hermano cuando salía de su casa, duda que hubiera podido averiguar sobre esta persona.