—Dicho esto, debería ser tu turno para explicar por qué exactamente estabas presente en la academia esa noche. Y cómo terminé en territorio enano en la mencionada noche —Neveah le preguntó a Davina, quien simplemente estaba de pie, retorciendo sus manos.
—No hice nada, no sé nada —Davina alegaba su inocencia, pero todos ya habían sido testigos de su culpa por sí mismos.
—Has dejado claro que sí sabes algo, Davina. Ya no puedes negar ese hecho, ahora enfrentas el juicio del consejo si no puedes proporcionarnos una explicación razonable —Everon advirtió.
—Mentir ante el consejo es un crimen grave, el falso testimonio contra una Dama de la Guardia del Rey es un crimen aún mayor y estas son solo algunas de las acusaciones que llevas por todo lo que has dicho y hecho hoy, comenzando por contactar al consejo élfico y golpear el tambor de petición.