Tan pronto como Selena pronunció esas palabras, toda la sala del banquete cayó en un silencio atónito.
Todos se volvieron para mirarla incrédulos. Keira parecía completamente desconcertada.
Incluso Keira se quedó paralizada de shock, mientras que los ojos de Ellie se llenaban rápidamente de lágrimas.
—¿Gavin, tienes cáncer? ¿Cuándo ocurrió esto? ¿Por qué no me lo dijiste? —Las lágrimas rodaban por sus mejillas, más fuertes que cuando descubrió la traición de Darien—. ¿Cómo pudo pasar esto...?
Gavin quería tranquilizarla, decirle que no era cierto, pero antes de que pudiera pronunciar las palabras, se inclinó y vomitó otra vez.
Su alergia al maní había sido tratada rápidamente, así que no era demasiado grave. Después de vomitar el resto de la crema de cacahuete, ya se sentía mucho mejor.
No pudo hablar, así que Selena tomó la iniciativa —Acaban de diagnosticarle hace poco. Cariño, no puedes dejarme. ¿Qué haré si te pasa algo?