"Aquí, en el salón de recepciones de Ocean Entertainment, bajo innumerables luces intermitentes, Noah Clarke se sentó seriamente frente al podio —a su lado, se sentó la tranquila y discreta Mónica Baldwin.
Los reporteros y fans alguna vez elogiaron el habilidoso evitamiento de conflictos por parte de Mónica, pero ahora, parecía que el perfil bajo y el carácter introvertido de Mónica simplemente eran una fachada, un cálculo velado detrás de escena.
Su disgusto por esta versión de Mónica era evidente. No podían esperar para arrancar su hipócrita máscara, forzarla a salir de la vista de todos y hacerla sentir el aterrador poder de la supervisión pública.