"Punto de vista de Adele:
El viento de la noche era muy frío. Arrastraría la helada y el rocío en las copas de los árboles para atacar la cabeza de una persona desafortunada, mojando así su ropa. Sin embargo, uno no podía competir con el viento. Solo podía maldecir y luego continuar su viaje con la ropa mojada.
Esta cómica escena me hizo desviar la mirada por un rato. Cuando terminó, la volví hacia el tranquilo cielo nocturno.
No sabía dónde estaba, y la persona que me llevó dijo algo en voz alta, pero no quería hablar con él, así que hice la vista gorda. Había usado este truco con muchas personas que intentaban hablar tonterías conmigo, y funcionaba sin excepción, sin importar quiénes fueran.
Todos pensaban que estaba loca. ¿Qué chiste? ¿Quién no enloquecería? Cualquiera se volvería loco al ver la naturaleza del mundo. La locura era el destino final de todos.