—Creo que me gustabas... —Evangeline estaba muy segura de que había pasado a algún universo paralelo. El salvaje Lucifer del que se había enamorado se había convertido en un sereno Lucien. Y él se estaba confesando con ella. Eleanora había recuperado su memoria de la nada y estaba enamorada del jardinero que no era un jardinero. Y su padre se había retirado en lugar de protegerla. Definitivamente había transmigrado... a alguna otra dimensión.
—Lucien acarició su cara al notar su distracción y preguntó ¿Me estás escuchando? Me gustas Evangeline y por eso no...
Tan fácilmente como volvió su cabeza hacia él. La manera en la que la miraba sin remordimientos, ella sintió un enojo candente recorrer su cuerpo, —¡Tú! ¡Para justo aquí! ¡Tú... tú tú tú... ¡Hijo de una galleta!!!
Lucien parpadeó ante eso, —¿Disculpa? ¿Hijo de una galleta? ¿Era eso una galleta?