(Desde la Perspectiva de Blue)
La verdad había sido bastante aterrador enfrentarme al maestro de la torre mágica de Mazazine. Todavía recordaba cómo me presionaba contra el suelo y cada una de las palabras que dijo. Eran horribles y escalofriantes.
—Hermosos… Tus ojos son hermosos… —susurraba una y otra vez mientras sus dedos tocaban mis ojos suavemente. Era espeluznante. Le dije a Perita que se mantuviera alejada y no hiciera nada. Yo tenía la capacidad de salvarme, especialmente porque él estaba loco por la obsesión con mis ojos en ese momento.
El maestro de la torre mágica coleccionaba ojos, según decían las personas. Le gustaba coleccionar los ojos de los prisioneros que captaban su atención. Me enteré de que incluso coleccionaba los ojos de literalmente cualquier persona si le gustaban. Era demasiado espeluznante. Además, ¿cómo podría alguien hacer eso? ¿Qué tenía de interesante los ojos como para necesitar coleccionarlos?