—Así que tú eras la que dejó la pistola para que los oficiales la encontrasen —Él la preguntó a pesar de saber cuál sería su respuesta. Tal y como esperaba, Erika no le respondió. Solo lo miró en silencio, lo que solo lo divertía más.
«Estoy contenta de que los oficiales finalmente hayan encontrado esa pistola. No pasará mucho tiempo antes de que salga de aquí y este idiota no me pida que me vaya con él» —pensó para sí misma.
—Ahora, con respecto a mi oferta —Viper volvió a sacar el mismo tema a pesar de que ya se había dicho a sí mismo que la dejara en paz y ella sería la que vendría a él, pero algo le decía que ella nunca haría eso—. Sabes que puedo llevarte lejos de aquí ahora que Adrian no está. Esta es la oportunidad perfecta para llevarte conmigo, pero te doy una opción. ¿No estás contenta de que te dé una opción? —le preguntó.