"Yorian se levantó y dirigió a Oriana fuera del estudio. Sin mediar palabra, ambos subieron al segundo piso. Oriana se dio cuenta de que estaba relacionado con que ella fuera bruja, o el elfo no la habría traído aquí.
—Puedes dejar esa caja —informó Yorian.
Oriana siguió y luego se detuvo en su lugar. —¿Hay algún problema, mi Señor?
—Pronto nos separaremos. ¿Has pensado en cómo estaríamos en contacto en caso de que necesites mi ayuda o la del rey Drayce? —respondió Yorian.
—No lo hice —respondió ella y preguntó—, ¿tenemos una forma? ¿Es algo parecido a lo que me dio Rosetta, ese colgante, algún artefacto mágico, para que pueda llamarte cuando necesite ayuda?
—No. No tengo ningún artefacto de ese tipo —respondió el elfo y luego alzó una ceja, sus ojos brillando con algo interesante—. ¿Y por qué necesitamos un artefacto así cuando lo que necesitamos ya está dentro de ti?
—¿Dentro de mí? —Oriana preguntó sorprendida.
—El poder divino dentro de ti —el elfo asintió.