Fue entonces cuando la mirada de Sharon se posó en Danny, y lo llamó Sr. Danny. Quizás porque estaba acostumbrada a ser la presidenta recientemente, pero solo asentía con personas como Danny como si indicara que entendía.
—Cuando Danny vio la reacción de Sharon, su expresión cambió al instante, y el vaso en su mano se estrelló contra la mesa del comedor.
—Sr. Danny, ¡no nos dejemos perturbar por ella! Continúe; sus palabras de hace un momento me emocionaron e inspiraron. ¡Definitivamente ganaremos mucho en el futuro! —dijo uno de los presentes.
—Así es. Danny, definitivamente tendrás un futuro brillante por delante. ¡Serás el que más se desarrolle entre nosotros! Cuando llegue el momento, no te olvides de ayudarnos —añadió otro.
—Sí, sí, sí. No se olviden de nosotros si hay algo bueno en el futuro —comentó un tercero.
Al ver que la expresión de Danny no era buena, todos lo elogiaron rápidamente. ¡Si hoy enojamos a esta persona, nuestros días futuros no serán buenos!