PUNTO DE VISTA DE ARIANNE
Me quedé paralizada, el corazón latiéndome en el pecho mientras veía todo desplegarse en una agonizante cámara lenta. Ravenna estaba frente a mí con una expresión de horror grabada en su cara, sus ojos grandes y suplicantes mientras la sangre brotaba de sus labios como una cascada carmesí.
—No —oí un grito distante, un llanto gutural que parecía rasgar el mismo tejido de mi ser. Entonces me di cuenta con un sobresalto de horror que el grito angustiado provenía de mí.
Sin un momento de vacilación, corrí hacia Ravenna, mis piernas moviéndose como si estuvieran pesadas por el plomo, cada paso sintiéndose como una eternidad. El mundo a mi alrededor se fundió en una neblina de colores y formas, siendo lo único en foco la forma desplomada de Ravenna en el suelo.