"Mientras tanto, Wendy decidió revelar la historia al público ella misma, aunque Leanne no había hecho nada. Ella lo llamó —la broma más grande del mundo— y expresó su sorpresa ante una persona que intentaba reclamar la identidad de otra en el siglo 21.
Wendy contactó a un reportero y comenzó a llorar. Primero, admitió que había estado equivocada y que no debería haberse metido con Lila en el pasado. Después, transmitió el verdadero mensaje que quería transmitir: alguien la había llamado impostora, le había dicho que no era la madre de Mason, y afirmaba que esa identidad correspondía a otra persona.
—No puedo creer que alguien intentaría reclamar algo que se puede demostrar fácilmente con una prueba de ADN. Estoy en shock.
—No me queda más remedio que exponer a alguien así—. Como resultado, Wendy empezó a difundir fotos de Leanne al público.