"El anciano Mo observaba desde el costado agitando su abanico. Su mirada era aguda y profunda. Al ver a Lila hacer su movimiento, no pudo evitar burlarse; al menos ella no lo avergonzó.
—Esta era la forma correcta de lidiar con un extranjero. Golpéalos sin restricciones ni piedad —concluyó para sí mismo.
Tucker sujetó su pecho, retrocedió unos pasos y miró a Lila sorprendido. Nunca había esperado que una mujer tuviera tanta fuerza.
Lila se puso de pie y expresó su preocupación, pero no estaba excesivamente preocupada. Tucker estaba fascinado mientras negaba con la cabeza.
—Estoy deseando rodar mis escenas contigo —dijo él.
—Te arrepentirás —respondió Lila con voz despectiva.
No le gustaba la actitud casual que Tucker tenía. Parecía pensar que toda mujer estaba destinada a sentirse atraída por él. Sin embargo, el mundo no giraba en torno a él.
Lila no tenía idea de que su actitud hacia Tucker hizo que la cara del Anciano Mo se iluminara de alegría.