Hoy me han dado las primeras directrices para imbuir qi en los cuadernos. Por ahora tengo que practicar lo básico, y para ello me han enviado al almacén de material desechado. Aquí se encuentran los que han salido mal al escribir los caracteres o imbuir qi, ya sean cuadernos enteros o páginas sueltas. Mi cometido es encontrar y separar los primeros, los que no tienen qi, para practicar en ellos. De momento tengo que imbuir qi de cualquier forma, aunque no tenga sentido. Más adelante ya aprenderé como hacerlo de verdad.
Voy separando y practicando, al mismo tiempo que estoy atento a los cuadernos con qi. Si encuentro dos de la misma habilidad con errores en diferentes partes, que sumados puedan hacer un cuaderno completo, lo guardaré. Es fácil de reconocer donde está el problema, tienen una cruz roja en la página. A medida que los reviso voy ordenando por sin qi y con qi. Y, dentro de estos, por temas. Así podré conseguir cuadernos completos. O eso espero.
Hoy he conseguido dos, ambos de ataques vistosos que requieren el reino del Alma para empezar. No me sirven, pero no me cuesta nada guardarlos. Por lo menos parece que no he gastado demasiado qi. El proceso de imbuirlo en los cuadernos es lento y tedioso, pero no especialmente exigente en cuanto a consumo. Al menos por ahora.
Después de mostrar mis progresos y ser evaluados como aceptables, acabo mi jornada en el taller de copia de cuadernos.
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Intento aprovechar cada momento que tengo libre para estudiar el cuaderno y ojear el manual de la Residencia. Quizás no debería ser tan impaciente y tomármelo con calma, pero estoy ansioso por saber más. Me ha molestado que me haya tocado el trabajo de traer agua del río, es de los más tediosos y difícil de escaquearte, pero resulta que he tenido suerte.
El espacio libre de la residencia es prácticamente solo tierra y rocas, pero puedo remodelarlo. El manual explica cómo crear la base para un estanque, o un lago. Lo he llenado del agua del río, la suficiente para hacer mi tarea varias veces, pero tendré que venir más a seguir llenándolo cuando tenga tiempo. Así, no tengo que ir y venir al río para llenar las cubas, puedo esconderme y cogerlo de mi estanque artificial, mientras sigo leyendo.
No acabo de comprender todo lo que dice. Por ahora creo que tendré que practicar y verlo con mis propios ojos antes de pasar a absorber y dar qi. Dar qi he de hacerlo con cuidado, no vaya a generar sospechas si alguien avanza demasiado rápido. Puedo hacerlo mediante sexo, y luego absorber más que el que dado, pero gracias a eso ayudo a expandir su contenedor, a avanzar más rápido. Pero primero debo entender como se percibe el qi, no lo acabo de entender.
He ido dejando semillas en la zona exterior de la Residencia, cerca del agua. Me pregunto si alguna crecerá. Puedo formas grandes espacios para el estanque, pero agujeros pequeños para plantar las semillas es demasiado preciso para el control que tengo, así que las he dejado sobre la tierra.
También he recopilado algunos frutos en el almacén. Parece que no cuentan como materia viva y no se estropean. Es como si el tiempo no pasara allí.
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Cuando vuelvo al dormitorio, Shi está acostada. No sé como estará hoy, pero si está durmiendo mejor no la despierto. Quería probar algunas cosas, pero puedo esperar. No quiero despertarla, si se ha acostado es que necesita descansar.
O quizás no. Se ha levantado en cuanto me ha oído. Parece que no estaba durmiendo aún. Me sonríe y me abraza. Luego me da un ligero beso. Parece que está mejor.
–¿Cómo estás?– le preguntó, abrazándola de la cintura.
–Bien…– responde, sin decir más. No hace falta, ya nos conocemos.
La beso. No se lo espera, no es algo que solamos hacer, pero acepta mi beso.
–Ah– gime sorprendida.
He probado la técnica con la lengua, con un poco de qi en ciertos puntos. La sensación me resulta extraña y placentera, pero a ella la ha cogido por sorpresa. Aunque no parece que le sea desagradable, porque enseguida vuelve a colocar sus labios humedecidos sobre los míos.
Nuestras lenguas se entrelazan en la boca, mientras aplico minúsculas descargas de qi. Tengo una mano en su espalda, acariciándola y probando sus puntos de presión. Cuando los encuentro, aplico una suave caricia con qi. Ella se estremece en cada una, sin separar nuestros labios más que para respirar. Cada vez que lo hacemos, jadea y me mira con incredulidad, pero también con pasión, una pasión nueva en ella.
Mi otra mano explora sus nalgas y sus piernas. Ahí tengo que aplicar el qi aún con más suavidad, porque es más intenso. Poco a poco voy mejorando el control para que no sea demasiado extremo, ya ha tenido dos pequeños orgasmos y su vagina está empapada. Ella está sentada sobre mí y lo noto en mis piernas y en mi miembro, que está erecto y acariciando su entrada.
Ella me acaricia la espalda mientras se restriega contra mi miembro, que está empapado con sus fluidos
–Ah, ah, ah– jadea ella cuando nuestros labios se separan, mirándome como nunca lo había hecho, superada por el placer que está sintiendo.
Se deja caer hacia atrás, apoyando su espalda contra la cama de paja, sin dejarme de ir del todo con sus manos, invitándome a entrar en ella. Me acerco y acarició sus pechos, sus pezones, probando el qi en puntos de presión aún más sensibles. He usado aún menos qi, pero ella se estremece de nuevo.
–Aahh– se le escapa, y enseguida se tapa la boca con las manos. Muerdo suavemente su cuello, aplicando qi en mis dientes, y en las manos que siguen acariciando cada uno de sus pechos y van bajando hasta su ombligo.
–Mmmm, mmmm, mMMMM– jadea ella, acallando su voz desesperadamente con sus manos y alcanzando otro orgasmo.
Bajo con la boca, beso y muerdo su clavícula, paso por sus axilas, por su pecho, sus pezones, aplicando qi con extrema suavidad. Ella sigue jadeando, pero no parece que vaya a llegar al orgasmo otra vez.
Mis manos están es su cadera y en su pierna. Acariciándola, probándola. Me falta mucha práctica para tenerla a límite del orgasmo y provocarlo cuando quiera, pero empiezo a entender lo que significaba graduar el qi en las diferentes zonas.
Mi lengua baja por su estómago y se recrea en el ombligo. Ella me empuja tímidamente con una mano, pero aplico más qi y la devuelve a su boca para amortiguar su voz. Bajo hasta su vagina y separo los labios, para descubrir la perla que ocultan. Ella vuelve a intentar apartar mi cabeza tímidamente, pero, al aplicar apenas un poco de qi, se estremece más que ninguna de las anteriores veces, arqueando la espalda y tapándose la boca.
–¡MMMMMMMMMMMMMMMMMMM!
Exploro un poco más su punto más sensible, pasando la lengua con la máxima suavidad y el menor qi posible. Ella no para de temblar, está al borde de un fuerte orgasmo, pero intento alargarlo. Aún no entiendo exactamente como bajar el placer, tengo que revisar esa parte. Por ahora exploro los límites.
–Mmmm, mmmm, Koooong, mmmmm, mmmm
No la hago esperar más. Aplico un poco más de qi en la lengua y también en las manos. Ella vuelve a arquear violentamente la espalda y el pubis. Convulsionando en un violento orgasmo.
–¡MMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMM! ¡MMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMM! ¡MMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMM! ¡MMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMM! MMmmmm, mmmm, aaaah, aaaaah, aahhh
Me quedo mirándola mientras recupera el aliento. Finalmente abre los ojos y se centran en mí, a través de las lágrimas que los cubren. El sudor recorre su cuerpo, mientras me mira con intensidad.
–Eso… ha.. sido muy… ah… increíble… aah, aah, Yo… nunca…– protesta débilmente.
–¿Estás bien?– le pregunto un tanto preocupado. Quizás me he excedido.
Ella tarda un poco en responder, aún respira pesadamente y me mira con los ojos muy abiertos, mientras mis manos acarician suavemente su cintura.
–Ha sido increíble… pero no seas tan intenso ahora, no podré aguantar muchos más…– me dice, abriendo más las piernas, ofreciéndose.
La vuelvo a besar, con mucha suavidad mientras mi miembro entra dentro de ella. La penetro muy poco a poco, aplicando muy poco qi. Ella se estremece ligeramente, creo que puedo aumentar un poco.
Subo y bajo mis caderas despacio, penetrándola con extremo cuidado mientras mis manos acarician sus muslos y mis ojos miran los suyos. Me devuelve la mirada extasiada y, durante un momento, acaricia mi pecho. Pero pronto sus manos vuelven a su boca.
Estoy comprobando que es relativamente fácil controlar mi cuerpo, más que el de ella. Puedo decidir sobre la erección y la eyaculación de forma natural, con un poco de qi, como se explica en el cuaderno.
Me esfuerzo en sentir su energía. Noto como está estancada, como apenas circula, como parece que puedo absorberla o rellenarla con la mía, pero aún no sé bien como hacerlo, así que reprimo mi curiosidad. No comprendo del todo como funciona, tengo que repasarlo antes de avanzar este paso, no vaya a salir algo mal. Pero ahora ya entiendo algunos de los conceptos que me resultaban extraños.
–Mmmmm, mmmmm, mmmmm
Ella sigue gimiendo y parece algo cansada. Va siendo hora de acabar. Aumento ligeramente la velocidad, al mismo tiempo que lo voy haciendo gradualmente con el qi. Su respiración se acelera, y también la mía, ya que estoy permitiendo que mi cuerpo se libere.
–mmmmm, ¡mmmmm! ¡mmmmmMMMMMM! ¡mMMMMMMMMMM! !MMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMM!
Su cuerpo vuelve a arquearse, aunque lo sujeto firmemente. Este orgasmo ha sido aún más fuerte, al mismo tiempo que yo tengo el mío y eyaculo en su interior, moviéndome con un poco más de violencia y liberando un poco más de qi.
–!MMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMM!
Su cuerpo vuelve a convulsionar violentamente, hasta que se queda completamente quieto. Me asusto, pero solo se ha desmayado. Aún respira, bastante rápidamente. Yo también recupero el aliento. Creo que ha sido excesivo para ella. Tendré que ir con más cuidado.
Miro como su pecho sube y baja. Es preciosa, y también muy erótica. Su cuerpo está completamente expuesto, tumbada boca arriba y con las piernas abiertas. Ahora que puedo controlar mi propio cuerpo, lo haría de nuevo.
Saco el cuaderno y voy repasando diferentes puntos de presión en su cuerpo, aunque no puedo comprobar el efecto que tienen si aplico qi, pues está dormida. Algunos serían de dolor, otros de placer, y hay también que paralizan o ayudan a comprobar su estado. Estos últimos puedo practicarlo mientras duerme, y no hay nada malo en ella. Solo duerme plácidamente.
Pruebo uno de los paralizantes, durante los diez segundos que debe aplicarse, y compruebo su estado. Practicando con ella puedo entender mucho mejor lo que dice el cuaderno. Ahora no despertará en unas horas aunque haya un terremoto.
Dudo un poco en el paso siguiente. Pero después de lo que hemos hecho, y siendo como somos esclavos, y yo de rango superior, es normal usarla. Nuestro mundo funciona así. Sé que nuestra moral es extraña para otra gente. Pero entre nosotros no somos más objetos, y los objetos más fuertes mandan sobre los débiles.
Aún está mojada, así que la penetro con facilidad mientras duerme, apenas un leve gemido por su parte. Inhibo gran parte del placer y me concentro en seguir el flujo de qi, siguiendo las instrucciones del cuaderno. Es más fácil de lo que parece cuando lo sientes. Me cuesta sincronizar los qis. Pero sin distracciones y con paciencia lo consigo, inyectándole apenas una brizna de energía.
Puede aguantar mucho más, he sido muy conversador, pero no quería arriesgarme. Acabo llenando un poco más su contenedor de qi, que se va tensando, hasta que no me atrevo a ir más allá. Entonces hago el proceso inverso y absorbo el suyo, aunque solo un poco. No vale la pena absorber mucho aún, mi contenedor aún se ha de llenar primero para poder forzarlo.
He probado todo lo que podía probar con ella durmiendo, así que decido acabar aquí. Pero, estando dentro de ella, me dejo llevar por mi líbido. Empiezo a moverme, cada vez más rápido, mientras observo a sus pechos balancearse al ritmo de mis embestidas. Pronto me corro de nuevo dentro de ella, suprimiendo un grito de placer.
Me siento algo culpable, pero no entiendo el por qué. Como sea, estoy cansado, así que me duermo después de liberar su parálisis. La abrazo con suavidad a modo de disculpa, aunque no entiendo muy bien de que me tengo que disculpar.
Lo mejor de todo es que ya comprendo el proceso completo. Solo me queda practicar para mejorar el control. Y puedo practicar sexo como nunca lo había hecho.