—¡Debe haber un malentendido aquí! —Exclamó Emilia. Emilia se adelantó rápidamente e intentó ayudar al hombre a levantarse. —¡El precio que hemos establecido realmente no es alto!
—Las acciones del Grupo Leo no tienen nada que ver con los Cosméticos Davis —protestó—. ¡Esto es porque no tenemos ningún trato comercial con el Grupo Leo!
Toda esta noticia fue lanzada solo por aquellos del Grupo Leo—. Ella había hecho todo lo posible por el Grupo Leo. Por el contrario, Fernando Walter quería poner el sombrero sucio en su cabeza. ¿Cómo podría permitir que esto sucediera?
—¡Señorita Davis, ya no tengo el coraje para levantarme! —se lamentó el hombre—. ¡Por causa de mi hija, mi esposa no para de llamarme un bastardo inútil y quiere divorciarme! —Continuó—. Ni siquiera puedo proteger a mi propia mujer. ¿Qué derecho tengo de levantarme? —El hombre estaba desesperado—. Sé que lo que estoy pidiendo es demasiado, pero… Pero…