En sus ojos, Shane había decidido quedarse atrás solo, lo que era un signo de su responsabilidad.
Sean había roto el jarrón, pero Shane había optado por quedarse atrás para lidiar con esto.
El que estaba en marcado contraste con la responsabilidad de Shane era Connor.
Ya que Connor ni siquiera había dicho una palabra desde que ocurrió el incidente.
Al ver la mirada rígida y silenciosa de Connor, Sean estaba extremadamente molesto. Su yerno vio que estaba en problemas pero no dijo nada. El que se levantó por él fue el yerno de otra persona.
—Aunque tú, Connor, no tienes dinero, yo acabo de tener un accidente. No te pedí que los compensaras. Pero, ¿¡por qué sigues ahí parado y sin hablar!?
Sean y Laura miraron a Connor con decepción. Secretamente lamentaron haber encontrado un prometido como Connor para Freya.
—Shane, esto no tiene nada que ver contigo. Fui yo quien rompió el jarrón. ¿Cómo puedo dejarte resolverlo tú solo? —susurró Sean.