Iris le contó entonces a Caña lo que sentía y cómo sentía este leve apego por él, o cómo le dolía el corazón cuando sentía lo que él sentía.
—Pensé que solo podías sentir los sentimientos de la otra persona y ver sus recuerdos cuando eran infligidos por magia oscura y tú la absorbías —Caña frunció el ceño. Se cernía sobre ella, mientras Iris tenía la espalda recostada en la cama improvisada dentro del carruaje.
Habían llegado a la casa de la manada, pero Caña no quería moverse aún antes de obtener toda la explicación de su compañera.
—Al principio, pensaba lo mismo, pero puedo sentir que el poder está creciendo dentro de mí desde que la esencia de vida de Na se fusionó completamente conmigo —Iris se volvió más sensible a la magia oscura y podía sentirla intensamente de Rei y algunas de las personas que vinieron con él. No hace falta decir que deben haberse enredado con magia negra —Siento que el poder está creciendo... —murmuró para sí misma.