—Amo, ¿cuándo despertará ella? —Letto preguntó a Dexter, quien miraba el rostro dormido de Aria.
Todavía parecía tan pálida y no podía decir si estaba viva o muerta, porque teóricamente hablando, ella ya había muerto hace tiempo. Era contra natura que ella estuviera viva.
—Pronto —respondió Dexter cortante—, observaba el rostro dormido de Aria. Su expresión no mostraba nada, pero había una mirada complicada en sus ojos cuando miraba a la mujer.
—Amo, tu padre se enfadará si se entera de que aún la tienes contigo —Letto le susurró. El cuerpo había crecido más alto ahora y se había vuelto más hablador, pero de inmediato cerró la boca con una mirada de su amo y no volvió a sacar el tema. —Amo, tu hermana quería verte. Ha estado gritando y haciendo berrinches porque aún no has encontrado la cura para sus ojos.