"Caña no sabía que podría odiar algo con esta intensidad, pero entonces no sabía dónde dirigir este odio. ¿Era porque la vista de Sofia desató algo que quería enterrar y no quería recordar de nuevo? ¿O era cómo todo a su alrededor se sentía tan asfixiante?
Sentía tanta ira y odio en su corazón y quería destruir todo a su alrededor. Quería matar a alguien, a cualquiera, para saciar su deseo asesino. Quería que esa persona muriera una muerte miserable y desgarrar su carne poco a poco, escuchándolos gritar de agonía, para que conocieran su sufrimiento.
Lo imaginó en su mente, cómo mataría a este alguien sin rostro, hasta que sintió los brazos de Iris envolver su cuerpo y arrullarlo en su cálido abrazo.
Su constante latido del corazón era similar a una manta que apaga su lado oscuro con un pedazo de paz que anhelaba. Se aferró a ella con tanta fuerza, porque no quería ser esa persona en su cabeza en ese momento.