Después de devolver la hoja plateada a Nephis y de no lograr decirle nada significativo, Sunny no tenía mucho que hacer. Pasó algo de tiempo con Kai, Effie y Jet, disfrutó de una buena noche de sueño y luego asumió su lugar habitual bajo las ramas del árbol sagrado para meditar.
Todo lo que se podía haber hecho, ya estaba hecho. Se habían preparado lo mejor que pudieron... al menos eso creía él. Ahora, todo lo que quedaba era despejar su mente y prepararse mentalmente para la batalla venidera.
Sunny y sus compañeros pasaron el resto del tiempo mientras el Rompedor de Cadenas atravesaba el vacío vacío despejando sus mentes y endureciendo sus corazones. La batalla que enfrentaban prometía ser desalentadora...
Pero, sinceramente, a Sunny no le resultaba difícil calmar su mente y prepararse para enfrentar lo que fuera que viniera.