"Faltaban horas hasta que los llevaran de nuevo a la arena —Sunny miró intensamente las paredes de la mazmorra—. Como si esperara obtener algunos secretos de las antiguas piedras.
¿Pero qué podría ver? Solo eran viejas piedras. No había nada interesante en su superficie, ni tampoco debajo de ella.
Después de un rato, Sunny tomó una profunda respiración y se sentó de nuevo, intentando ponerse lo más cómodo posible en la estrecha jaula. Luego, apagó sus sentidos, alejando la presencia de innumerables abominaciones que le rodeaban, el hedor de la prisión, el dolor en su cuerpo exhausto... todo lo que le distraía de pensar.
«¿Qué sé yo sobre la hechicería?»
Esa era una pregunta desalentadora.