Samuel llegó puntual, y pudo decir por la expresión en la cara de Sebastián que algo no andaba bien. —¿Qué sucede, jefe? —preguntó, su voz baja y preocupada.
Sebastián encendió otro cigarro y dio una calada antes de hablar. —Creo que he estado cometiendo un error con Britney —admitió, su voz ronca—. He estado tratando de hacerla feliz, pero tal vez he estado haciendo las cosas de la manera incorrecta.
La expresión de Samuel se suavizó. Se acercó al escritorio y tomó asiento. —¿A qué te refieres? —preguntó, confundido.
Sebastián narró en detalle su conversación con Jasper. —¿Lo estoy haciendo mal? —preguntó, intrigado por conocer la opinión de Samuel al respecto.
Samuel no era solo su hombre de confianza más cercano, sino que también lo consideraba su hijo. Sebastián a menudo había discutido las cosas con él siempre que se sentía confundido. Quería saber los pensamientos de Samuel sobre el asunto.