Jasper se inquietó. Solo quería apartar su mano y salir de allí. A pesar de sus esfuerzos por mantener la compostura, la animosidad hacia ella amenazaba con resurgir. Pero sabiendo que su acción empeoraría las cosas, tragó su desasosiego.
Britney, sin embargo, parecía ajena a sus emociones; su voz se llenaba de emoción al hablar.
—Déjame mostrarte algo —dijo Britney, con un tono ligero de emoción. Se inclinó hacia adelante, sus dedos agarraron el dobladillo de su vestido, y lentamente lo levantó hacia arriba. La mirada de Jasper siguió sus manos, sus ojos fijos en sus pies descalzos mientras ella movía los dedos de los pies.
—¡Mira! —exclamó ella, con el rostro iluminado de alegría—. ¡Puedo mover mis piernas! No pasará mucho tiempo antes de que pueda ponerme de pie y caminar de nuevo. ¿No es bueno? —Ella lo miró entusiasmada.
Jasper asintió. Estaba satisfecho con el resultado del nuevo tratamiento que había estado recibiendo.
Britney continuó, su voz llena de esperanza.