Abigail se tomó un momento para absorber las palabras de Viviana y su gesto sincero. Le complació ver que Viviana tenía un gran aprecio por Pamela. Sonrió cálidamente y puso su mano sobre la de ella.
—Ya he olvidado el incidente, y no estoy enojada con ella. Todos sabemos que ella ama a esta familia —Abigail le aseguró a Viviana—. El problema es que ella no sabe cómo expresarlo adecuadamente.
—Viviana soltó una risita, su actitud juguetona resurgiendo—. Estoy completamente de acuerdo contigo.
Ambas estallaron en risas. Su conversación pronto transicionó a un tono más ligero y juguetón.
A medida que el ambiente se aligeraba, Viviana no pudo contener su emoción sobre otra noticia —Tengo otra cosa que contarte —dijo entusiasmada, sus ojos brillando—. Estoy embarazada.
—¿Qué? Oh, Dios mío... —Las manos de Abigail volaron a su boca mientras sentía escalofríos por todo su cuerpo—. ¡Lo estás diciendo ahora mismo! Deberías haber anunciado la buena noticia primero.