Cristóbal estaba sentado en su escritorio, mirando fijamente la pantalla de la computadora. Llevaba horas trabajando en el mismo informe, pero no conseguía concentrarse. Su mente seguía regresando a las palabras de Anastasia.
—¿Te has olvidado de Abigail tan fácilmente? —Sus palabras aún le dolían el corazón incluso después de horas, como si ella estuviera frente a él lanzándole acusaciones.
Él amaba a Abigail más que a nada en el mundo. ¿Pero cómo podría decírselo? ¿Cómo podría explicarle que estaba desesperado por encontrarla?
A pesar de que por dentro se estaba destrozando, intentaba mostrarse normal y feliz. Estaba tan indefenso que ni siquiera podía expresar abiertamente su angustia. ¿Cómo podría decirle cuánto extrañaba a Abigail?
Guardaba sus emociones dentro y seguía con su vida, pero nunca estaba realmente presente. Siempre pensaba en Abigail.