"Cristóbal sintió que un peso se levantaba de sus hombros al ver a Brad. Discutiría la cosa que le había estado molestando desde la mañana.
Llegaron al estacionamiento y se subieron al coche. Brad esperaba que Cristóbal lo llevara a un café cercano para discutir, pero en cambio, se giró para enfrentarlo. Su expresión ansiosa le hizo fruncir el ceño.
—Oye, hombre... No me mires así, ¿vale? Me estás asustando —Cristóbal suspiró y bajó la cabeza.
—¿Ella va a estar bien, ¿no? —Brad preguntó preocupado.
—El médico no me dio ninguna esperanza —respondió Cristóbal—. No pueden afirmar nada con certeza. Las próximas 48 horas serán cruciales para ella. Cualquier cosa es posible. Dios... —suspiró y se limpió la cara—. No puedo ver a Abigail llorar así. Me siento tan impotente.
—Calma —Brad apretó suavemente su hombro en un intento de consolarlo—. Necesitas ser fuerte... por Abigail. Ella ya está sufriendo. Se derrumbará si algo malo le sucede a Raquel, y tú debes apoyarla.