—¡Eres bastante seguro al regresar aquí sin el resto de tu grupo y ese maldito vampiro! —Gritó Peter. Su cuerpo ya estaba transformándose, y sus piernas ya se habían levantado del suelo mientras preparaba su puño para lanzar un golpe al rostro del Guardián.
Después de todo, Peter y los demás estaban algo restringidos para concentrarse debido a estos guardianes. Sin embargo, incluso sin Laxmus, los individuos demostraron su fuerza debido a su poder de sombra. Deshacerse de ellos ahora resolvería algunos de sus problemas futuros.
Pero cuando el puño de Peter se acercó, notó algo. El aire alrededor de su puño se estaba volviendo más denso, y la imagen del Guardián comenzó a distorsionarse frente a sus ojos, pareciendo que se estaba transformando en ondas.