Manohar lo pinchó con una mezcla de magia del aire y luz para alterar su metabolismo. El cabello cambió de rojo a rubio y luego a oscuro.
Pequeñas chispas de electricidad indujeron espasmos en el "cabello" en lugar de quemarlo, permitiendo al dios de la sanación utilizar Esculpir el Cuerpo en la de otra manera impervia fuerza vital.
—¿Cómo cambias el color a voluntad? —preguntó Quylla.
—No lo hago. Solo activo los centros de memoria mientras todavía está aturdido y el pequeño hace el resto —Manohar respondió.
—¿Centros de memoria? ¿Niño? —Quylla podía ver lo que el Profesor Loco quería decir con su propio hechizo de Esculpido Corporal de nivel cinco, Mano Plateada, pero le costaba creer en su propia magia.