—Maldición, dejamos demasiadas impurezas. Sin el conjunto del Cuerpo Inmortal y las pociones que le dimos, Phloria habría explotado durante los primeros segundos del proceso—. Lith maldijo interiormente.
—No hay tiempo para el arrepentimiento. Concentrémonos en suavizar las olas apenas lo suficiente para retrasar el proceso aunque sea solo por unos segundos—. Solus pensó.
El problema era siempre el mismo. Si el cuerpo, las impurezas y el núcleo no estaban equilibrados, el avance ocurriría tan rápido que el cuerpo no tendría tiempo para recuperarse, o sería tan violento que causaría daños irreparables.
El primero dejaba un charco de sangre mientras que el segundo hacía que el mago estallara. El conjunto del Cuerpo Inmortal combinado con el círculo mágico permitía a Lith y Solus controlar ambas variables, pero su falta de experiencia en despertar diferentes niveles de núcleos se estaba mostrando.