—No quiero que corras riesgos innecesarios. Hemos interactuado con los tres Tribunales de no-muertos en el pasado, así que al menos puedo ayudarte a que no te atrapen desprevenido.— Continuó Sylpha.
—No confíes en nadie a menos que te hayan ofrecido su hospitalidad. Es su juramento más sagrado y el único que no romperán. Haz solo preguntas, nunca pidas ayuda. De lo contrario, te endeudarías con ellos.
—No lleves contigo nada de lo que no estés dispuesto a separarte. Como tus anfitriones, pueden solicitar un regalo a su elección. Negarse terminaría instantáneamente las negociaciones.
—Siempre enfatiza que estás hablando en nombre del Reino, para que si requieren compensación por sus servicios, no puedan pedirte nada a ti. Piensa en cada palabra y di lo menos posible. ¿Tienes alguna pregunta para mí?—
—Si el Reino del Grifo sabe de estos Tribunales, ¿por qué siguen en pie?— preguntó Lith.