"Leah asintió con la cabeza mientras estaba en el abrazo de Michael.
Poco a poco, su llanto fue disminuyendo. Michael la puso en la cama y la cubrió con su manta. Secó sus lágrimas con un corazón pesado. Sus ojos estaban todos rojos después de todo ese llanto.
Con ternura, le acarició la espalda para calmarla. Luego recogió un libro de cuentos para dormir que estaba junto a su cama y ofreció:
—Papá te leerá una historia, luego Leah cerrará los ojos y se dormirá, ¿vale?
—Vale —respondió Leah con aquiescencia.
Michael comenzó a leer la historia con una voz baja y calmante.
No pasó mucho tiempo antes de que notara que la respiración de Leah se había igualado. Ella se había quedado dormida. Por fin suspiró aliviado.
Levantándose lentamente para no despertar a Leah, se aseguró de que su manta estuviera bien colocada antes de salir de puntillas de la habitación.
Michael se detuvo un momento fuera del portal de Leah mientras observaba la puerta de la habitación de Jake.