Intentando quitarse la sorpresa de encima, Scarlett levantó lentamente su mano y aceptó el apretón de manos de Teodor. A propósito no se quitó los guantes de las manos, no quería que este hombre tocara su piel, temía que el malvado genio pudiera reconocerla.
—Hola, cuñada, es un honor conocerte —dijo Teodor, luego miró a Xander de nuevo—. ¡Xander, eres tan malo! ¿Cómo no me dijiste nada? ¿Desde cuándo están casados ustedes dos?
—¡Recientemente! Perdón, realmente no hemos hecho una gran celebración. Nos casamos en secreto —Xander comenzó a sentirse mal al ver que ahora sus amigos estaban molestos con él. Hace unos días Alex, y ahora Teodor.
—Jesucristo jodido, ¡Xander! Ayudaría bastante si compartieras la noticia con más anticipación. Así podría haberte enviado un regalo de bodas... —Teodor rió entre dientes, echando un vistazo a Scarlett.