—¡Te siento mucho, Scarlett! —Cruz no la veía como su jefa sino como su mejor amiga esta vez. Se sentía apenado por su pérdida.
—¡Gracias, Cruz! —Scarlett sonrió, pero su sonrisa no alcanzó sus ojos en absoluto.—
Si se le pregunta, ¿se siente apenada por la muerte de Nicole y Lauren? Ella responderá, ¡no! Porque solo sintió la pérdida por la muerte de Nicole. En cuanto a Lauren, no había ni un poco de espacio en su corazón para esa mujer malvada y no siente remordimientos por matarla. ¡Esa mujer despreciable se merece el infierno!
—Está bien, voy a trabajar ahora. No necesitas molestarme con el almuerzo, ya que planeo terminar mi trabajo hoy! —Ella dijo,
—Jefa, no necesitas apurarte. La fecha límite no es hoy, sino pasado mañana. Y, por favor, no te saltes el almuerzo de nuevo, ¡o Tía Lana me perseguirá! —Cruz dijo preocupado.
Scarlett negó con la cabeza, —Tengo que terminar hoy porque tengo que tomarme otro día libre mañana!