En un inicio me sorprendí de que Akira aceptar conversar conmigo, pero aun así podía ver la incomodidad en su rostro.
No has cambiado en nada en todo este tiempo.
— ¿Puedo saber que te trae a esta preparatoria?
— Supongo que lo mismo que la gran cantidad de estudiantes después de lo que paso el año pasado a nivel mundial, ya sabes, ese SUCESO
Y después de eso, el silencio de llego de nuevo pero esta vez duro de nuevo hasta que llegamos a la azotea, así que al abrir la puerta tome un poco de aire ante de hablar con Akira.
Me puse delante de el a unos cuantos pasos, sin embargo, me di cuenta de algo que a pesar de que hacía más de dos años que no lo veía, por alguna razón me sentía muy intranquila.
Podía sentir claramente el golpeteo de mi corazón de mi pecho, por lo que me arme de valor.
Sin embargo, me fue imposible terminar la oración ya que el miedo me termino invadiendo por completo, no sabía que decir, pero no podía dejar de mirar directamente a Akira.
Pero en el momento que lo mire a los ojos, estaba más cerca de mí, ya que había empezado a caminar hacia donde estaba yo, más específico paso a mi lado y se acercó a la cerca que estaba alrededor de la azotea.
Pregunte un poco confusa ya que no sabía que me quería de decir Akira...
Y fue allí cuando me di cuenta de lo que había dicho.
— Sabes Akira, tu nombre se parece mucho a mi personaje favorito....
— Ya que mi personaje favorito se llama Aria y trata de una chica solitaria, así como tú, si aún lo recuerdo muy bien
Estaba muy sorprendida ya que no me esperaba esa reacción de Akira, es como si hubiera cambiado mucho en tan poco tiempo.
— Akira... yo... quiero pedirte perdón
Al decir eso a quien era mi amigo en un momento muy importante para mí, pero el solo se giró para verme antes de darme una sonrisa.
— No sé porque lo haces, no hay nada que perdonar
Y como era obvio me esperaba una respuesta como esa.
— ¡Claro que algo por lo que pedir perdón!
Dije con la voz un poco agónica.
— ¡Entiende que a pesar de que te consideraba mi amigo no hice nada por ayudarte!
Ya estaba decidida, estaba dispuesta a desahogarme y hacer lo necesario para que me Akira me perdonara.
— Sabes mejor que nadie que nunca hice algo para que el resto del salón te dejara en paz, además de que nunca te di el mismo apoyo que tú me llegaste a dar.
Y tal vez era porque me estaba dejar un poco por mis sentimientos, pero a poco un par de lágrimas empezaron a recorrer mis mejillas.
— ¡Por favor! ¡Hare lo que sea para que me puedas perdonar!
Akira empezó a hablar con un fuerte tono.
— Es verdad todo lo que dices, y soy consciente de que, como amigo, creo que cometí un error al confiar en ti, ya que más de una vez me disté la espalda.
Y por supuesto que él no estaba equivocado, aun así, me dolía un poco que dijera eso.
— Sin embargo, no hay nada que pueda cambiar el pasado, por lo que...
Akira se puso delante de mí y solo puso su mano encima de mi cabeza.
— Por lo que es mejor centrarse en el presente así, que espero que, si quieres ser mi amiga una vez más, primero te ganes mi confianza. Ah y una cosa más, por favor nunca le digas a un chico que haga lo que sea contigo.
Akira quito mi mano de mi cabeza y contino hablando.
— Así que espero que nunca me lo vuelvas a decir, ya que tal vez no sea tan bueno la próxima vez.
Después de eso Akira se despidió ya que dijo que Abril lo estaba esperando en su casa, pero antes de cruzar la puerta me miro de nuevo para decirme una última cosa.
— Un consejo, por si quieres ser mi amiga, sigo siendo el mismo chico de antes, solo soy un poco más precavido y un poco mas grosero.
Para solo después cruzar la puerta y quedarme sola en la azotea de la escuela, así que ¿Por qué? ¿Por qué me sentía tan intranquila?
Por un momento pensé que era porque nunca había visto a Akira reaccionar de esa forma tan despreocupada y ser tan sincero ya que a pesar de que conversaba mucho con él, nunca había llegado a hablar de forma tan honesta conmigo ¿Verdad?
Pero eso daba igual, mi corazón poco a poco se sentía más tranquilo y feliz, aunque en gran parte aun siento culpa por no haber sido una buena amiga.
Pero a pesar de todo ¿Por qué decidió darme una segunda oportunidad de ser aun amiga?
¿Es por qué fuimos amigos en la secundaria? ¿O es por mera amabilidad?
No lo sabía muy bien, pero una parte de mi se sentía feliz pero en cambio otra estaba muy triste, por lo que sin nada más que hacer, deje la azotea para irme a casa.
Por suerte no tarde mucho en bajar y ya cuando ya estaba por llegar a la entrada de la escuela, me encontré con Yuri.
Ella no tardo de darse cuenta de que me estaba a punto de irme a mi casa, por lo que cuando estuve a su lado, no dudo en hablarme.
— Si, ya que tengo que irme a hacer unas cosas en mi casa
Dije con un tonto un poco cansado.
— Ya veo, ¿Qué tal si nos vamos juntas?
— Pero yo vivo cerca de la escuela
Pero Yuri parece que esa noticia le alegro bastante.
Por lo que tuve que aceptar su propuesta.
Por lo que durante el camino le estuve preguntando un par de cosas sobre el grupo, ya que era mi primer día y no lo tenía muy claro, por suerte Yuri me explico un poco como eran nuestros compañeros.
También me conto de sus dos amigas, Asca y Miku a lo que le dije que, si podíamos ser amigas, a lo que acepto amablemente, sin embargo, algo me preocupo, más en concreto cuando me hizo una pregunta.
— ¿Conoces a Akira de antes?
Por un momento pensé en decirle una mentira, pero antes de hacerlo de mi cuenta de que mi reacción con él y las situaciones que vio Yuri al estar con Akira, no me dejaban más opción que decirle la verdad.
— Bueno... se podría decir que, estuvimos el mismo grupo en la secundaria, aunque solo fue durante dos años ya que me tuve que cambiar de escuela
— Ya veo, eso que es bueno, el reencontrarte con un viejo amigo
— Bueno... yo no lo diría así
— ¿Por qué dices eso Nao?
— Es que no se si sigue siendo el mismo chico, ya sabes las personas cambian mucho
Al escuchar eso Yuri, se detuvo y pensó un poco antes de volver a hablarme.
— Si te soy sincera, creo que es un chico demasiado tranquilo y muy listo
Al escuchar eso, me tranquilice un poco.
— Si eso es así, eso quiere decir que sigue siendo el mismo Akira que conozco
— Si, eso es bueno ya que el Chico Musical suele ser un poco pesado a veces, o es que tal vez es muy maduro
Le pregunte a Yuri, ya que no sabía a lo que se refería con eso.
— Oh eso, es que suelo llamar así a Akira, ya que siempre está escuchando música
Cuando escuché esa explicación, no pude evitar alegrarme aún más.
— Así que sigue con esa misma afición a la música
Y con eso vi en el rostro de Yuri una duda, pero como ya había llegado a mi casa por lo que tuve que despedirme de mi amiga, aunque ella me pregunto sobre Akira y su afición a la música.
Pero tuve que decir, que era algo no tan importante.
Por lo que después de un par de segundos entre en mi casa, donde me estaba esperando mi hermana.
Pero solo basto un par de segundos para que una niña pequeña me viera como dejaba mis zapatos en la entrada, sin embargo en el momento en el que levante mi mirada para verle, se escondió rápidamente como un gato.
— ¿Cómo te fue hoy? ¿Te portaste bien?
Le pregunte a la pequeña niña de seis años, pero no dio una respuesta.
No le di importancia ya que tenía pocos días viviendo con mi hermana, por lo que era normal que aún no se acostumbre a que este viviendo aquí, pero en cambio mi hermana mayor...
— Hola Nao ¿Cómo te fue en la escuela?
Rápidamente llego mi hermana a recibirme a la par que su hija se escondía detrás de ella.
— Qué bueno... casi termino de hacer la comida, por lo que ve y cámbiate para comer
Asentí con la cabeza y me fui a mi habitación que estaba el segundo piso.
Y a pesar de que mi habitación seguía siendo la misma desde que estaba en secundaria, era más que obvio que desde que volví, tuve que hacer unos cambios, ya que ya no era niña.
Aun así, por fin podría actuar como realmente era.
— ¿Así que Akira sigue siendo el mismo chico de antes?
Se que tal vez me hacia esa pregunta por lo que me dijo Akira cuando pude hablar brevemente con él, pero por lo que conto Yuri, tenía muy en claro que por fin podría revelar mis verdaderas intenciones por la que había entrado en la misma escuela que él.
Ya que desde el fondo de mi corazón aun me sentía culpable por no haber sido una buena amiga, pero también estaba segura de que, si hubiera sido más sincera con mis sentimientos, yo le habría hecho más feliz, ya que, desde ese día, yo lo sigo amando desde el fondo de mi corazón.
— Así que hare lo posible para que me perdones y así poco a poco poder enamorarte de nuevo, sin que nadie se meta en esta ocasión.