El alma de Kimberly estaba perdida en estos momentos, ella hacía lo que le decían de manera robótica mientras su mente estaba perdida en esas palabras que él dijo: —¿Soy una Lu?
—Al parecer, tu madre trabajó en la mansión Lu hace algún tiempo. Hubo un accidente entre ella y mi padre, y así fue como tú naciste —dijo él mirando sus ojos abiertos antes de continuar trabajando en su portátil, dejándola digerir lentamente la revelación.