En una habitación blanca de hospital, el pequeño Valen abrió lentamente los ojos y miró alrededor de la habitación, donde había varias máquinas que servían para diferentes propósitos. A su lado estaban el doctor Matt y algunos médicos y enfermeras que estaban revisando los monitores para ver el progreso de su salud.
—Valen, estás despierto —sonrió el doctor Matt.
—Tío Matt —sonó la voz débil de Valen.
—¿Cómo te sientes?
—No siento dolor, no tengo sueño ni debilidad... pero tengo hambre... ¿estoy bien?
Matt asintió al escuchar eso. —Estás bastante sano ahora, solo que estarás en una silla de ruedas durante unas semanas o un mes para que tu cuerpo se ajuste en esas semanas.
Valen miró alrededor de la habitación pero no pudo encontrar a la persona que estaba buscando, así que preguntó: —¿Cómo está mami?
—Tu mami está bien. Ella no sabe que estás despierto todavía. Haré que tu padre la informe.