Todas las miradas estaban fijas en la mano levantada de Hayden, incluida la mía. El silencio que dominaba la sala hacía que pareciera que el tiempo se había detenido. De repente, muchas más manos se alzaron al mismo tiempo y fue como si el tiempo hubiera vuelto a su curso. Aunque Hayden me había dicho que algo de este efecto sucedería, aún me encontraba un poco aturdida por la escena casi cómica frente a mí. Todo esto estaba arreglado desde el principio. Parecía que los gerentes ni siquiera pensaban en la sociedad y simplemente seguían ciegamente a Hayden y su elección.
Dicho esto, no todos los gerentes de Torex tenían las manos en el aire. Era como antes, no todos los gerentes parecían estar del lado de Hayden o a favor de que él tomara el mando. Aunque ese era el caso, podía decir que había más que suficientes manos en el aire para que esta propuesta pasara.