Kapitel 15: Capítulo 14 - Camino a Caemlyn
[RAND POV]
Posadero: Supongo que vais de camino a Caemlyn a ver al falso Dragón como todos los insensatos del reino. Bien, las condiciones son seis personas por habitación y dos o tres en una cama y si ello no les conviene no dispongo de nada mejor que ofreceros. – ni siquiera nos dio tiempo a hablar.
Rand: ¿Qué tal si primero comprueba que tan beneficiosos somos para su establecimiento? – el hombre no parecía entender, pero lo ignoré y le hice una señal a Mat.
Mat comenzó a hacer malabares con 3 pelotas y yo comencé a tocar la flauta. Con mi talento después de los varios días que han pasado el sonido de la flauta parece algo divino. Podía ver la sorpresa en el rostro del posadero, aunque rápido trató de disimularlo.
Posadero: Me seréis útiles. Necesito algo que distraiga la mente de esos idiotas que sólo piensan en Logain. Ya se han producido tres altercados mientras discuten si es o no el Dragón. Coloquen el equipaje en un rincón y despejaré un espacio para que podáis actuar, si consigo hacerlo. El mundo está plagado de necios que no saben que deberían quedarse en sus casas.
La noche comenzó bastante bien, Mat aun pasaba trabajo debido a que no había recuperado su vista por completo, pero se las arreglaba. El problema parecía ser yo. Hace unos minutos he comenzado a sentirme mal, mi cuerpo se siente pesado, he comenzado a tener náuseas y escalofríos.
Sé lo que significa y si esto es con un súper físico como el mío no quiero imaginar cómo sería de no ser así. O tal vez es porque mi poder es mayor de lo que debería ser que mi condición ahora es tan mala.
Lo que lo hace más difícil es el hecho de que nunca me he enfermado desde que nací, efecto de la Hierba en Forma de Corazón asumo. Por lo que ahora me siento con una debilidad que me causa temor. Solo espero recuperar mi excelente condición física en poco tiempo y con ello el acceso al poder único.
Mat: ¿Rand te encuentras bien? Porque te ves terrible. – parece que se percató de situación.
Rand: Tienes razón, no me siento nada bien. Creo que toda esa lluvia que me ha caído y las noches durmiendo sin abrigo me han provocado un resfriado. Alcánzame una silla, seguiré tocando sentado.
Mat: Claro deja que te ayude, pero creo que tenemos un problema. – ¿problema? Esto no podría ser en el peor momento.
Rand: ¿Qué sucede? – estoy comenzando a ponerme nervioso.
Mat: El posadero parece que se ha dado cuenta de que no estás muy bien. – cuando escuché lo que me dijo Mat comencé a pensar en qué hacer, pero Mat me interrumpió – Descuida, esta vez seré yo quien se encargue de todo. Además, se me ocurre algo.
Quería decirle que no había necesidad, que yo podía arreglarlo, pero la verdad es que solo he comenzado a sentirme peor, ahora tengo dolores de cabeza y los escalofríos han aumentado casi haciéndome castañar los dientes. Al decidí confiar en Mat o mejor dicho, confiaré en su condición de ta'veren.
Rand: Muy bien, lo dejaré todo en tus manos.
Mat se alejó en dirección al posadero, puedo verlo hablando con este. En una ocasión el posadero me ha dado una mirada, espero que todo salga bien. Mi visión ahora es algo borrosa, los escalofríos han desaparecido, pero solo para ser sustituido por algo peor.
Siento como la temperatura de mi cuerpo aumenta lentamente, al principio era un calor insoportable, pero ahora se siente como si me estuviera quemando desde el interior. No recuerdo que fuera tan mal en la historia original, ahora estoy convencido que esto es porque mi poder es mayor.
Después de unos cortos minutos Mat regresó.
Mat: Rand, por un demonio, como has empeorado en solo unos minutos en los que te dejé.
Rand: No pienses en ello ahora. ¿Cómo te ha ido con el posadero?
Mat: Quería que nos marcháramos, tiene miedo de que la gente se entere de que hay alguien enfermo en su posada. Le he dicho que, si nos echaba, te llevaría al comedor. Eso le dejaría vacías la mitad de las habitaciones en menos de diez minutos y eso no le conviene.
Rand: Bien. No nos echará, pero ¿qué hay de dónde dormir? – esto es lo que más necesito ahora, algo de descanso.
Mat: Si, con respecto a donde dormiremos. Bueno no ha aceptado darnos una habitación, pero podemos dormir en el establo.
¡Rayos! Pero no es momento de quejarse es mejor ir de inmediato y no quedarse aquí y terminar llamando la atención.
Rand: Es mejor que dormir a la orilla del camino. Venga ayúdame a ir hacia allí antes de que termine derrumbándome. Me duele todo el cuerpo. – cuando se acercó a mí y tomó mi brazo para ayudarme rápidamente reaccionó a mi temperatura.
Mat: Rand estas ardiendo. Tal vez debamos buscar algo de ayuda no creo que esta fiebre tuya sea algo normal. Digo, solo con estar cerca de ti puedo sentir el calor que emanas.
Rand: No te alarmes que no es para tanto, es solo que hemos tenidos días muy duros sobre nosotros, muchos en los que apenas hemos descansado lo suficiente. Estoy seguro de que no me tomará mucho tiempo recuperarme.
Mat no parecía convencido, pero no dijo nada más y me ayudó. El establo estaba ubicado en la parte trasera de la posada y desde la puerta se podía oler el fuerte olor a estiércol. Juro que, si después de todo esto por lo que he pasado y lo que me espera todavía, no termino rodeado de mujeres y fortuna yo mismo destruyo este mundo.
[TERCERA PERSONA POV]
Dentro, el establo estaba lleno de caballos, todos los pesebres estaban ocupados. Mat vio la escalera que conducía al pajar en el segundo piso, pero no creía que Rand sería capaz de llegar hasta allí incluso con su ayuda.
Ambos se dirigieron al fondo del establo y Rand se sentó en el suelo mientras Mat traía varios fajos de heno y preparaba un lecho en el que dormir. Cuando terminó y Rand se hubo acostado, Mat lo cubrió con más heno para que estuviera lo mejor abrigado.
Mat: Vuelvo ahora mismo.
Rand no parecía hacerle caso. Mat salió corriendo del establo y unos minutos después había regresado con algo de comida y agua.
Mat: Rand trata de comer algo, necesitas reponer tus fuerzas.
Rand: ¿Cómo conseguiste comida?
Mat: El bueno de maese Inlow nos dará cualquier cosa con tal de que no nos vean sus clientes. Vamos, come un poco.
Luego de comer un poco pese a que le producía nauseas la comida Rand trató de dormirse cosa que después de un tiempo logró. Esa noche los sueños tampoco fueron agradables. A la mañana siguiente cuando Rand se despertó, la fiebre le había cedido, pero su cuerpo aún se sentía como si le hubiese pasado por encima un carretón de caballos cargado con rocas.
Rand se percató que Mat seguía dormido, probablemente no había dormido bien en toda la noche. Se preguntaba si debía despertarlo o no. Entonces el chirrido de las bisagras de la puerta que estaba siendo abierta llamó su atención.
Quien entró al establo era una mujer, vestía un vestido de seda verde que despedía destellos cuando ella se movía. Su capa era de un delicado tono gris y llevaba los cabellos recogidos con un lujoso lazo.
No estaban en condiciones ni de confiar en un niño así que Rand sacudió un poco a Mat hasta que este se despertó. Cuando Mat estuvo despierto iba a preguntarle a Rand que sucedía cuando vio a la mujer en la entrada del establo.
Mujer: He venido a ver cómo sigue mi caballo – les explicó la mujer indicando con un gesto hacia los pesebres. Sus ojos, sin embargo, no se apartaron ni un momento de ellos – ¿Estás enfermo?
Rand: Solo un resfriado, pero ya me siento mejor. – le respondió tratando de ocultar el dolor que sentía en todo el cuerpo.
Mat miraba con detenimiento a la mujer.
Mujer: Tengo algo de experiencia, si quieres puedo examinarte. – se acercó a Rand y puso una mano sobre su frente – No tienes fiebre, pero has estado enfermo y todavía te encuentras débil.
La mujer con suma rapidez llevo su mano dentro de la capa que llevaba puesta y sacó una daga para abalanzarse sobre Mat. Rand todavía se encontraba en mal estado, pero fue capaz de interrumpir la carga de la mujer haciendo que se tambaleara y cayera al suelo. Rápidamente iba a intentar levantarse, pero Mat ya estaba sobre ella con la daga que había tomado en Shadar Logoth sobre su cuello.
La mujer al ver la daga sobre su cuello mostró miedo y con ojos desorbitados buscó como alejarse, pero Mat no le daría tal oportunidad, al final permaneció inmóvil como una piedra bajo la mirada de ambos chicos.
Rand que observó como el suelo donde había caído la daga de la mujer se enegrecía a su alrededor y descendía en delgadas espirales de humo. No queriendo arriesgarse se acercó a ella y presionó su pie sobre el brazo de la mujer, cuando esta abrió la mano por el dolor Rand tomó la daga.
Mat: No te muevas o la utilizaré si lo haces. Créeme que lo haré. – la mujer asintió sin apartar los ojos de la daga de Mat.
Rand pudo ver la mirada que Mat le daba a la mujer
Rand: No lo hagas Mat, todos sabrán que fue uno de nosotros el causante de su muerte. Nadie sabe que es una amiga siniestra, así que no la hagamos ver como una inocente que murió en nuestras manos.
Mat se detuvo a pensar en lo que le decía Rand y terminó por estar de acuerdo con él. Se levantó y dejo a la mujer libre, pero sin quitarle los ojos de encima. La mujer se levantó, pero no hizo ninguno movimiento sospechoso, todavía estaba algo asustada. Sabía que el chico, Mat no la había asesinado gracias a las palabras del otro chico y este solo lo había evitado para no ser acusados en el pueblo de su muerte.
Mujer: Realmente deberíais dejar de luchar. – trató de aconsejarlos – Al final, sería para vuestro propio bien. Ya lo veréis.
Mat: ¿Nuestro bien? – repitió con amargura, casi quería hundir la daga en el pecho de la mujer.
Mujer: Dispondréis de una elevada posición si acudís al Gran Señor por vuestra propia voluntad, pero, mientras sigáis huyendo, la persecución no tendrá tregua, ¿y quién sabe en qué puede acabar?
Mat se echó a reír al oírla. Rand por su parte solo mostró una pequeña sonrisa al ver la reacción de Mat, podía más o menos imaginar lo que el otro pensaba.
Mat: De modo que tenéis dificultades con un par de muchachos campesinos. – su risa era sarcástica – Puede que los Amigos Siniestros no sean tan peligrosos como había oído decir.
Ambos jóvenes comenzaron a aproximarse a la puerta y se preparaban para marcharse cuando la mujer volvió hablar.
Mujer: Ya sabréis lo peligrosos que llegamos a ser. Cuando el Myrddraal esté aquí... – pero no tuvo la oportunidad de continuar cuando fue interrumpida por el estruendo de la puerta que Mat había tirado y comenzaba a pasarle el cerrojo.
Rand: Te imaginas, una alta posición. Los trollocs posiblemente harán una cena con nosotros como plato principal. – bromeó al respecto, Mat se echó a reír – Pongámonos en marcha.
Mat: Me preocupa la mención del Myrddraal. ¿Cómo están tus piernas? – ya volvía a estar serio.
Rand: Voy a necesitar que me ayudes un poco. – Mat no dijo nada y fue al lado de Rand y comenzó a ayudarlo.
No estaban seguro cuanto habían avanzado desde que abandonaron el pueblo, pero no creían que fuera mucho. Rand apenas podía continuar avanzando. Tomaron una pausa, en ese momento una carreta pasaba por el camino y se detuvo delante de ellos.
???: ¿Le ocurre algo? – preguntó el hombre, sin retirar la pipa que llevaba de su boca.
Mat: Sólo está cansado. – respondió de inmediato poniéndose de pie mientras Rand solo miraba hacia arriba haciendo el mejor esfuerzo por ocultar su situación.
Sabiendo que estar sentado en el piso le parecería sospechoso al hombre utilizó todas sus fuerzas para ponerse de pie, solo él sabía el esfuerzo que estaba haciendo.
Rand: No he dormido mucho en los últimos días y la última comida que comí parece haberme asentado mal. – hizo una pausa antes de continuar – Ahora me siento mejor, pero aún no he podido dormir nada.
El hombre parecía haber aceptado la respuesta de Rand o al menos eso parecía.
???: ¿Vais a Caemlyn, no? Si tuviera vuestra edad, creo que yo también iría a ver a ese falso Dragón.
Mat: Esa es nuestra intención. Queremos ir a ver al falso Dragón.
???: Bien subid, pues. Tu amigo atrás. Si vuelve a encontrarse mal, estará mejor encima de la paja. Me llamo Hyam Kinch.
La población era mucho más densa a medida que se alejaban de Cuatro Reyes. Por el camino varias personas saludaban a Hyam Kinch. Después de varias horas de viaje Kinch detuvo la carreta al llegar a una intercepción.
Hyam Kinch: Aquí me desvío. Dentro de un par de días, veréis Caemlyn. En menos, si tu amigo tuviera las piernas firmes.
Mat se bajó primero y ayudo a Rand a bajarse. Rand apenas había mejorado algo. El granjero, que no partió de inmediato, los examinó durante un minuto, succionando su pipa.
Hyam Kinch: Podéis descansar un par de días en mi casa si queréis. Supongo que eso no representará gran pérdida de tiempo. Sea cual sea la enfermedad de la que te estás reponiendo, chico..., mi mujer y yo pasamos todas las epidemias que puedas imaginar antes de que nacieras tú y también sacamos adelante a todos nuestros retoños. De todas maneras, me parece que ya has pasado el período de contagio.
Rand: Le agradecemos el gesto. No hay muchos hombres como usted por ahí señor Kinch, pero me temo que debemos rechazar su propuesta. La prisa nos impulsa a continuar nuestro viaje. Tal vez algún día nuestros caminos se crucen nuevamente y podamos pagar la amabilidad que nos brindó hoy. – realmente lo decía de corazón.
Maese Kinch no dijo más, no quería inmiscuirse en los problemas de los chicos.
Mat: ¿Sabe cuánto falta para el próximo pueblo?
Hyam Kinch: ¿Carysford? Podéis llegar allí antes de que anochezca, a pie.
Los chicos se despidieron de maese Kinch y continuaron su viaje.
Wöchentlicher Energiestatus
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