Kapitel 91: Bitácora

Y sin dudar, dijo el nombre que más encajaba con la definición del capitán:

"Lucas, desde el ataque de las sirenas, ha estado actuando completamente diferente"

'Mierda, acabo de pegarme un tiro en el pie' Parecía haber pensado el capitán mientras mostraba una sonrisa burlona. Lucas era su informante en los bajos niveles, no podía permitir que lo descubran, sino, la gente no actuaría como lo hace normalmente delante de él.

'Es lógico que Lucas va a actuar diferente, si ya no los mira como amigos, para él son un montón de lunáticos que en cualquier momento lo matan' probablemente pensó Wiliam, pero no podía decirle eso al joven grumete, así que en su lugar dijo; "Está bien, es lo más lógico que eso ocurra, a diferencia de los otros marineros, Lucas estuvo pocos meses en este barco, es normal que no lo conozcas del todo"

"Pero Lucas antes andaba siempre deprimido, decía pocas palabras y ahora habla bastante y ríe con bastante frecuencia" Dijo Ricardo, mientras más lo creía, más notaba que la personalidad de Lucas había cambiado gradualmente desde el ataque.

'También es normal, mejor ser el sujeto agradable y no el que le cae mal a todos, si uno está acompañado de potenciales asesinos' probablemente pensó Wiliam, pero no podía decirle eso al joven grumete, así que en su lugar dijo: "Es normal Ricardo, Lucas llegó a este barco luego de un naufragio y todos sus amigos murieron, quien no estaría deprimido en su lugar, con el tiempo las heridas sanaron y ahora está volviendo a sonreír"

"Tienes razón, la verdad, si lo piensas de esa forma, encaja bien su cambio de personalidad, lo único que no entiendo es porque siempre trata de estar solo desde los ataques y hace tiempo no duerme en los camarotes con el resto"

'Yo tampoco lo haría si fuera él ...' probablemente pensó Wiliam mientras reía en voz baja, pero no podía decirle eso al joven grumete, así que en su lugar dijo:

"Ja, ja, ja ... Está bien, Lucas vino personalmente a verme para pedir dormir en otro lado hasta que lleguemos a puerto, parece ser que se encariñó mucho con ustedes y quiere ir desprendiéndose poco a poco, al final nuestros caminos son muy distintos, Lucas irá a la iglesia y nosotros a los mares"

"Ya veo, me siento un poco mal por dudar de mi amigo" Dijo Ricardo con algo de pena.

"Ja, ja, ja … No hay nada de lo que preocuparse, siempre es una buena práctica dudar, cuando no dudes, Ricardo" Dijo el capitán con una sonrisa llena de satisfacción, al ver que toda la conversación marchó sin problemas.

Se quedó unos minutos en silencio mirando a Ricardo, luego a su cuaderno y luego a Ricardo otra vez y dijo contundentemente:

"Igual Ricardo, si notas alguien que encaje en estas condiciones, ven a avisarme de inmediato y recuerda de no hablar de esto con los otros"

"Si, capitán!" Respondió Ricardo de forma automática, se dio vuelta y se dirigió a la puerta para salir a continuar haciendo sus funciones. Después de la pesca, los grumetes tenían muchos pescados que destripar en la cocina.

Pero cuando estaba por salir, una voz lo interrumpió en su espalda:

"Ricardo, hay algo más que se olvidaba mencionarte" Dijo Wiliam mirando al joven grumete dándose la vuelta.

"Más que mencionarte algo, es felicitarte por algo, realmente es sorprendente que hayas aguantado todo este viaje siendo grumete, puedes creerme cuando digo que no hay muchos chicos de tu edad, que apenas salen de su casa logran navegar estos mares"

"Y este no es viaje ordinario, realmente hemos pasado por mucho esta vez, la mayoría de viajes solo lloramos por una familia y en este tenemos que llorar por medio barrio" Dijo Wiliam buscando algo en su gabinete.

El capitán se acercó a Ricardo con algo en su mano, mientras le dijo con una sonrisa:

"Y, sin embargo, has logrado ser uno de los mejores grumetes que he visto en años, la gran mayoría se habría puesto a llorar y hubiera bajado los brazos hace mucho tiempo, pero tú de alguna manera siempre te las ingeniaste para seguir dando batalla"

"De verdad te felicitó Ricardo, ten te regalo este cuaderno, créeme la única diferencia entre un buen capitán y uno malo, está en las palabras escritas en su bitácora" Dijo el capitán entregándole un cuaderno negro, muy similar al que él usaba siempre.

"Estoy seguro de que si salimos vivos de este viaje, vas a terminar convirtiéndote en un gran capitán algún día, y un gran capitán necesita una buena bitácora, espero que te sea útil muchacho"

Ricardo aceptó la bitácora con las manos temblorosas, era una pena que sin siquiera utilizarla por primera vez, ya la hubiera manchado, pero no con tinta, sino con lágrimas, porque finalmente el joven grumete, se sentía como un joven marino.