Sonó la voz de una mujer conocida. Sin embargo, esa voz no provenía de Victoria, sino de su hermana Emily.
Jordan disfrutaba de la sensación de reencontrarse con su amada después de mucho tiempo. Sin embargo, tras oír la voz de Emily, retiró las manos y dio un paso atrás, como si se hubiera electrocutado. Por fortuna, las luces de la casa no estaban encendidas en ese momento, así que nadie vio lo incómodo que estaba.
—¿Em... Emily? — tartamudeó. Qué cerca estuvo. Si Emily hubiera llamado un segundo después, la habría besado. Si Victoria viera esa escena, no podría explicarse en absoluto.
Jordan encendió las luces de la habitación y cuando vio que era Emily, habló: —Emily, ¿qué haces aquí? ¿No es ésta la habitación de Victoria?