Chester creció con Justin, por lo que su hermano mayor siempre le había inspirado asombro y respeto como si fuera su padre.
Por lo tanto, en realidad se sentía muy culpable por ocultarle la verdad.
Si Justin no preguntaba, no diría nada. Pero ahora que lo había hecho, no debía mentir. Por ello, tartamudeó: —Es tu hija...
¿Su hija? Bueno, la pequeña le había llamado papá durante dos horas, pero él era solo era su «papá patrocinador».
En ese momento, una voz tranquila les llegó: —¿De qué transmisión en vivo estás hablando?
Pete se sentó con la espalda recta. Aunque su voz seguía teniendo un aire infantil, no obstante, desprendía una sensación de calma y firmeza.
Chester respondió: —Mi jefa de equipo en el juego organizó una transmisión en vivo hoy...
Justin resopló con frialdad: —¿Realmente reconoces a una niña de cinco o seis años como tu líder? Qué prometedor de tu parte.