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80% Heredera de la Mafia / Chapter 28: 28. Traumas

Kapitel 28: 28. Traumas

POV HUGO

Eran las siete y media de la mañana y llevaba como una hora despierta, pero sé que no podría quedarme dormido, por lo que me levanté sin molestar a Alexandra y me fui a la proa del barco para contemplar las vistas.

No sé por qué justamente hoy tenía que haber tenido la pesadilla después de todo lo que pasamos esta noche. Había sido uno de mis mejores días al lado de Alexandra y de mi vida y no quería que nada lo estropease, pero como no, mi mente tuvo que reproducir dos momentos malos de mi vida, ver como mataban a Amelia y como casi matan a Alexandra, los amores de mi vida.

Puede ser que lo de Amelia haya sido hace mucho tiempo, pero nada le quitaba que no me doliese su muerta, al fin y al cabo, fue mi primer amor.

Flashback

Era un día de verano y había quedado en ir a por Amelia a su casa. Hoy hacíamos cuatro años juntos y estaba contento de tenerla en mi vida, se puede decir que era lo mejor que me había pasado en mi vida desde que puedo recordar.

Después de unos minutos en el coche con mi madre, llegamos a la casa de Amelia. Antes de bajar, le di un beso a mi madre en la mejilla y se fue. No fue hasta que entré en el recinto de la casa en que me fijo que hay coches de la gente de mi padre en la casa, lo que me da mala espina.

En cuanto llego a la puerta, empiezo a petar como si no hubiese mañana, y después de un par de minutos, uno de los hombres de mi padre abre la puerta. Esto no podía ser bueno. Mi padre es un capo de la mafia italiana, no tan grande como el sonado Titano di Ferro, pero lo suficiente como para eliminar a lo que él considera una amenaza, y sé de sobra que él considera una amenaza a Amelia.

"Ah, hasta que llegas. Pensé que no ibas a venir a esta fulana ya." Dijo mi padre con una gran sonrisa en el rostro "No le llames eso." Dije entre dientes, intentando contener mi enfado "Yo le llamo como se me da la gana que para eso soy tu padre."

"Pues déjala en paz y vámonos de aquí, ella no tiene nada que ver en esto." Intenté convencerlo, pero este solo se rio "Oh, claro que tiene que ver en esto. Ella te está impidiendo crecer como hombre, y eso tiene que terminar."

"No le hagas nada." Le pedí "¿Y quién dijo que le iba a hacer algo?" me preguntó, pero estaba más que claro que quién me estaba refiriendo "Entonces vayámonos." Insistí "No, es muy temprano para irse. Antes tenemos que hablar tú y yo."

"¿Y no puede ser en otro lugar?" pregunté desesperadamente, intentando que nos marchásemos de aquí "Desgraciadamente no." Dijo como si estuviese apenado, pero su sonrisa decía todo lo contrario "Entonces ¿De qué quieres hablar?"

"De que empieces a preocuparte un poco más por el negocio en vez de ir persiguiendo las faldas de esta niña. Algún día serás el jefe y tendrás a todas las zorras pegadas a tu trasero si es eso lo que te preocupa." Negué, porque eso no lo haría nunca "No me importan las demás chicas, yo solo amo a Amelia." Le aseguré estirándome "Bueno, entonces he aquí el trato. Aceptas ser algún día el jefe de la mafia, y dejo a tu querida novia viva…"

"No pienso aceptar eso en la vida." Negué y él elevó una ceja "¿Estás seguro al cien por cien?" preguntó "Si, no pienso llevar la vida de mierda que llevas tú por un par de euros más." Le aseguré, no quería dedicarme a lo que se dedicaba él, eso lo tenía más que claro "Bueno… Entonces tiene que ser por las malas."

En eso, uno de los hombres de mi padre aguanta a Amelia y este último no duda ni un solo segundo en dispararle en la cabeza, matándola en ese mismo momento. "Ahora que se terminó el problema, espero que mañana te aparezcas pronto en la oficina para que empieces a mirar por tu negocio."

Con eso, se fueron y yo me quedé allí llorando por mi novia. En ese mismo momento juré que acabaría con mi padre y con todos los narcos que pudiese. Iba a acabar con toda esta mierda.

Antes de irme de la casa de Amelia, llamé a la policía de forma anónima para informar lo que había pasado en la casa y le escribí una carta a mi madre para pedirle perdón por dejarla, pero que lo hacía por el bien de todos.

Fin flashback

Esto era una mierda. Odiaba sentirme así, y no quería hacerlo, de verdad. Con el paso de los años, lo de Amelia fue mejorando. ¿Me dolía? Evidentemente, pero ahora al menos podía pensar en los momentos feliz que habíamos pasado.

Pero no era eso lo que más me molestaba de la pesadilla, al menos de una de ellas, sino que había revivido el momento en el que Dimitri casi mata a Alexandra, y todo lo que tuvo que hacer Diego para que volviese con nosotros.

Ese día estaba más que asustado de perder a Alexandra. Si algo tengo más que claro, es que no la quiero perder por nada del mundo. Después de lo que había pasado con Amelia, no quería tener novia o nada que se le pareciese, para que en caso de que mi padre se enterase, la mandase a matar. No me fiaba estando en la cárcel todavía.

El caso es que no quería perder a la persona que amaba más que a nada y haré todo lo que esté en mi mano para que no le pase nada. No me lo perdonaría jamás, sobre todo si viene por parte de mi padre el peligro.

Decidí que era mejor no meterme en pensamientos demasiado oscuros, no quería arruinar el día, no después de la gran noche que pasé. Estuve pensando un rato en todo lo que había pasado en todo este tiempo que llevaba de Alexandra, y se puede decir que son de los mejores días de prácticamente toda mi vida.

Después de estar una hora más sin hacer nada más que contemplar el paisaje, me levanté y me fui hacia la cocina del barco para hacerle el desayuno a Alexandra y darle una pequeña sorpresa al menos.

POV ALEXANDRA

En este momento no podía estar más contenta. Me sentía genial y después de lo de anoche, me siento genial, todo lo contrario, a lo que me esperaba la verdad. No voy a decir que no tenía miedo, porque estaba muerta de miedo, pero Hugo fue lento, y amable. Yo pensaba que eso no era posible. Era un mundo nuevo para mí en este campo, sobre todo si tenemos en cuenta que desde los siete años hasta los diecinueve era violada constantemente.

Estiré mi brazo para ver si llegaba a Hugo, pero para mi sorpresa no estaba allí, lo que hace que me levante y empiece a mirar por toda la habitación, y no lo veo por ningún lado, por lo que me levanto, me pongo la camisa de Hugo y empiezo a buscar por el barco, o al menos esa era la intención, porque en cuanto abro la puerta del camarote.

"Buenos días amor, pensé que no te habías levantado aún, venía a traerte el desayuno." Dijo Hugo con una sonrisa en su rostro, pero notaba algo raro en él "Buenos días a ti también." Le dije dándole un pequeño beso en los labios "Entonces, ahora que estás levantada, ¿te apetece ir a desayunar en cubierta o aquí?" preguntó. "Mejor vayamos a cubierta." Opiné, porque no hacía mal tiempo "Como quieras, cariño."

Le di un beso en la mejilla, nos dirigimos a cubierta y nos sentamos en uno frente al otro. Hugo puso las cosas en la mesa. "¿Qué tal te encuentras?" preguntó y me sorprendió un poco la verdad "Bien, mucho mejor de lo que me esperaba." Aseguré, porque todas las experiencias que tenía con el sexo eran dolorosas.

"¿Qué te esperabas?" inquirió, y no iba a decirle realmente lo que estaba pensando, no quería empeorar lo que sea que lo esté molestando tanto a estas horas de la mañana "Realmente no sé qué me esperaba, sólo que no se sintiese tan bien como lo hizo… En mi mente tenía otro concepto no tan malo como lo fue allí dentro, pero tampoco tan bueno como lo sentí."

"¿Tenías miedo?" preguntó y asentí, porque en parte lo había tenido "No te voy a mentir, porque realmente lo tenía, pero no por ti sino a que no me gustase o que de alguna manera reviviera lo que pasó allí."

"¿Y te duele algo?" volvió a preguntar y negué, otra sorpresa que me gustaba "Entonces, ¿puedo suponer que te gustó?" Sonreí, porque me hizo gracia la manera en la que lo pregunta como si no supiese la respuesta "No lo tienes que suponer, lo sabes. ¿Acaso tenías miedo?"

"Pues claro, no quería hacerte el más mínimo daño. Solo quería que sintieras lo mucho que te amo e intentar de alguna manera borrar esos recuerdos." Dijo "Aunque no lo quiera creer o me cueste verlo, me doy cuenta que cada día pienso menos en lo que pasó allí dentro, y estoy segura que gran parte de eso es gracias a ti."

"Yo creo que es más por la terapia." Sostuvo, pero no tengo tan claro que sea algo por la terapia o porque confío en él "Puede ser que esté ayudando, pero yo creo que eres tú el que me está ayudando más que la terapia. Gracias a ti, si un hombre me toca el brazo, aunque sea por accidente, no lo golpeo. Me siento algo más tranquila estando rodeada de hombres que no sean homosexuales, aunque sé de sobra que no lo superaré de todo, pero al menos avancé algo en este tiempo, y es gracias a ti."

"Me alegro poder ayudarte, aunque sea un poco." Dijo cogiéndome la mano "Es mucho, y, además, gracias a ti pude hacer realidad el sueño de Alison." Sonreí, porque siempre quise darle el padre que quería, y cuando menos me lo esperaba, apareció en mi vida "¿Cuál?" preguntó con el ceño fruncido "Tener un padre… Era su sueño desde pequeña, pero nunca se lo pude hacer realidad hasta que llegaste tú."

"Me alegra haberte ayudado en eso, pero ¿Qué hay de tus sueños?" preguntó y fruncí el ceño, porque no tengo ni la menor idea de que estaba hablando "¿Mis sueños?" pregunté "Si, estoy seguro que tienes."

Me quedé pensando en cual se supone que podía ser mi sueño, pero no encontraba nada que pudiese encajar en esa definición que no fuese relacionada con Alison "Mi principal sueño era deshacerme de la mafia, pero luego se me ocurrió que podía ayudar a mucha gente con una mafia, asique supongo que eso es ahora mi sueño aparte de que Alison sea feliz" dije encogiéndome de hombros "¿Y los demás?" siguió preguntando "Pues sentirme normal y estar contigo."

"Conmigo siempre estarás si es lo que quieres, pero déjame decirte que no eres normal…" negué, porque sabía que no teníamos la misma definición de normal en este momento "¿Por qué lo dices? Porque me da la sensación que lo estamos diciendo por razones diferentes."

"Pues porque eres una de las mujeres más fuertes que conozco junto con tu hermana, tu madre y la mía. Eres la más hermosa que mis ojos pudieron ver y a pesar de todo lo que pasaste, haces lo que sea necesario para mantener una sonrisa en tu rostro, y lo más importante, no dejaste a Alison a pesar de que es fruto de una violación… ¿Por qué te quedaste con ella?" cuestionó y me eché hacia atrás en la silla mirando para él fijamente.

"Digamos que en un principio no era nada fan de tener un hijo, menos sabiendo que era de ese bastardo. Siempre me había gustado la idea de tenerlos con la persona que yo amase… y para que engañarme, en esa época no hacía más que pensar en la manera de acabar con mi vida… Creo que todos sabían que esas eran mis intenciones, de ahí a que nos mandasen a tantos psicólogos, pero nada funcionaba y estoy completamente segura de que lo habían asimilado, pero nació Alison y no podía permitir que se quedase sin su madre… quería ser la madre que no tuve cuando era niña y que si tuve después de escapar de allí… Ella hacía que estuviese cuerda y de alguna manera conseguía que no pensase tanto en eso… No voy a negar que después de que ella naciese intenté terminar con mi vida, porque si lo intenté… pero para suerte de todos, Megan llegó y avisó a todo el mundo… Papá se encargó de llamar al mejor médico que conocía, y me curaron, al menos las heridas físicas…" dije recordando los primeros años desde que salimos de aquel infierno

"Pues déjame decirte que uno, estoy muy agradecido con ese médico y con tu hermana que evitó que pasase lo que nadie quiere y dos que conseguiste ser la mejor madre que Alison podía tener en este mundo."

"Eso intento… de no ser por ella, estoy segura que en este momento no se estaría dando esta conversación." Le aseguré, porque lo hubiese intentando más veces hasta que consiguiese acabar con todo "Pues me alegra que Alison haya nacido." Dijo con una pequeña sonrisa que hizo que apareciese una en la mía "A mí también. ¿Te puedo hacer una pregunta?"

"Claro, las que quieras." Dijo echándose hacia atrás en su silla "¿Qué es lo que te pasa?" le pregunté directamente, porque no me gustaba verlo como estaba hoy, no era el mismo Hugo de siempre "¿Por qué lo dices?" preguntó "Porque me da la sensación de que algo no anda bien."

Se quedó mirando para mí un par de segundos y luego puso sus manos detrás de su cabeza y pasó a mirar al cielo en vez de mirarme, lo que me confirmaba que había algo que lo estaba molestando. "Hugo, estoy aquí para escucharte. Sabes que puedes confiar en mí." Le aseguré "Lo sé, pero solo fue una pesadilla. Nada más."

"La pesadilla te tiene molesto, ¿quieres hablar de ella?" pregunté. Sabía mejor que nadie que las pesadillas podían ser muy molestas "La primera no fue pesadilla como tal, solo un recuerdo que llevo años intentado que no me afecte, al menos tanto y luego otro mal recuerdo." Dijo, lo último prácticamente un susurro "¿Quieres hablar de ello?"

"¿Quieres escucharlo?" preguntó sorprendido, lo que no entiendo por qué "Sabes que sí. No me gusta verte así, y sé de sobra lo que se siente, aunque no sea de las personas que lo hablan." Me encogí de hombros y esperé a que hablase. Tal vez él se sentiría mejor después de hablar de ello. Por unos minutos se quedó mirando para mí y luego se enderezó en la silla, apoyando los codos sobre la mesa.

"La primera… fue el momento en el que mi padre mató a Amelia… Puede ser que en ese momento ya no estuviese enamorado de ella… pero… pero no merecía morirse de esa manera… y en ese momento creía que amaba a Amelia… no quiero que pienses que no te quiero ni nada, porque lo hago…" cogí su mano y le di un pequeño apretón, porque no pensaba nada de lo que sea que está pasando por su cabeza en este momento "Hey, sé que lo haces. No tienes por qué darme explicaciones, es más, de no echarla de menos me preocuparía porque no fueses lo suficientemente bueno."

"¿Lo entiendes?" preguntó sorprendido y asentí con una pequeña sonrisa en mi rostro "Fue tu mejor amiga desde niño y tu primer amor, claro que lo voy a entender. El primer amor nunca se olvida o al menos eso se dice." Dije, porque eso es lo que había escuchado "Y creo que es cierto, pero no por eso pienses que no te amo, porque lo hago."

"Lo sé. ¿Cuál es el otro recuerdo?" pregunté intentando que volviésemos al tema "El momento en el que Dimitri casi te mata." Y en ese momento pude ver un par de lágrimas que se le escapaban, por lo que me levanté de donde estaba sentada y fui a abrazarlo, porque me da la sensación que es algo que necesita en este mismo momento.

"Hugo, me puedo hacer la idea de que es lo que pasó por tu cabeza en ese momento, pero no me pasó nada. Estoy bien y ahora en caso de estar en esa situación, haría todo lo que está en mis manos para volver con vosotros." Le aseguré. Sabía que Megan seguía teniendo problemas con eso, lo que no me esperaba es que él también, nunca se me habría pasado por la cabeza la verdad. "¿En serio?" preguntó y asentí.

"Te amo, quiero Alison y a nuestra familia. No os dejaría por nada en este mundo. Mucho menos con la amenaza constante de Stefan." Y eso era cierto. Era imposible que yo dejase este mundo sin conseguir que sea algo más seguro para Alison "Pero yo no quiero que te pase nada." Dijo y le di un beso en la mejilla "Y no me pasará nada, te lo aseguro. Haré todo lo que este en mis manos para que nada me pase."

"¿Me lo prometes?" preguntó "No es algo que debería estar prometiendo, pero te lo prometo. Además, te recuerdo que Megan y Diego me hacen andar con un montón de exmilitares que me protegen en todo momento. Es complicado que me pueda pasar algo." Dije encogiéndome de hombros "Eso espero, porque realmente no sé qué sería de mí."

"Ya verás que no me pasará nada y a ti tampoco. Ahora, ¿te puedo hacer una pregunta amor?" pregunté, pasando mis brazos por su cuello "Claro, ¿cuál?" preguntó curioso "¿Hace cuánto tiempo no vas a terapia?"

Se quedó mirando para mí un momento intentando entender a donde iba con la pregunta supongo, pero tenía curiosidad de saber cuánto tiempo. Por lo que me había dicho a él la terapia lo ayudaba "Desde que estamos aquí… Bueno, algo más si tenemos en cuenta que en las dos últimas semanas que estuvimos en Italia no fui."

"¿Y por qué no hablas con Fabio?" pregunté, tal vez él lo podría ayudar con sus pesadillas "No es por mal, pero no confío en él lo suficiente como para contarle mi vida, y no quiero tener que empezar desde el principio de todo lo que pasó en mi vida. Y teniendo en cuenta que no puedo hablar con el que tenía antes porque para el mundo estamos muertos, prefiero quedarme con ello dentro."

"No es bueno eso, tú mismo me lo dijiste." Dije frunciendo el ceño "Lo sé, y sé que es hipócrita que te lo haya dicho, pero realmente no me sentiría bien contándoselo a Fabio, y no quiero que mis problemas influyan en tu mejoría." Dijo como si no fuese nada del otro mundo, pero a diferencia de a mí, a él la terapia lo ayudaba mucho más de lo que podría ayudarme a mí "¿Crees que me afectaría lo que te contase?" le pregunté y él se encogió de hombros "No lo sé, pero tampoco quiero arriesgarme. Espero que lo entiendas."

"Lo entiendo. ¿Confías en el terapeuta?" le pregunté con un plan formándose en mi mente "Con mi vida." Dijo rápidamente "Encontraremos una solución a esto." Dije pensando en hablar con Luke para de que alguna manera Hugo pudiese hablar con su terapeuta sin que nadie sepa que estamos vivos realmente "No creo que la haya, pero te lo agradezco igualmente. ¿Quieres irte a casa?"

"Mierda, se me había olvidado. Deben de estar como locos buscándonos." Dije levantándome y mirando hacia la costa "No te preocupes por eso, los avisé anoche de que no íbamos a volver hasta hoy." Y a pesar de que eso me aliviaba un poco, Megan probablemente no estaría cómoda "Gracias, estoy segura que de no haberlo hecho, Megan nos hubiese mandado a todo el mundo a buscarnos."

"Estaba algo preocupada, cierto, pero se relajó después de que le dijese que no íbamos a volver hasta hoy." Me aseguró levantándose y eso me calmó un poco más "Entonces genial. Mejor vayámonos que dentro de un rato se despertará Alison, y me gustaría pasar un rato con ella." Dije y su sonrisa apareció de nuevo en su rostro "Como quieras. Ve a vestirte mientras yo nos dirijo al puerto."

Nos dimos un pequeño beso y luego cada uno separamos y cuando terminé de vestirme me fui a junto a él para que pudiese cambiarse, lo cual no tardó demasiado y no mucho tiempo después llegamos al puerto. Tenía que arreglar esto de Hugo, no quería que se perdiese sus terapias solo por no arriesgarse a que nos descubrieran que estábamos vivos. No permitiría que nada se interpusiese en su mejora, antes muerta.

Después de una hora y media más o menos llegamos a casa y tanto mi madre como Megan estaban sentadas en el salón mirando la televisión y el móvil respectivamente. "Hola." Dije y ambas no tardaron en levantar la mirada "Hasta que apareces. De no ser por Hugo, ahora mismo estaría buscándote hasta el FBI." Dijo Megan enfurruñada y rodé los ojos, porque a veces podía exagerar demasiado las cosas "Eres una exagerada Megan."

"Me preocupo, eso es todo, y teniendo en cuenta que nos estamos haciendo pasar por muertos, pensé que alguien que trabaja para los rusos os había cogido y llevado junto al estúpido de Stefan, nada de lo que tenga que preocuparme."

"Lo siento por no haberte avisado, pero quedé dormida." Una sonrisa maliciosa apareció en su rostro y se levantó "Ya me puedo imaginar el por qué." Dijo y no tenía ni la menor idea de que quería decir con eso "¿De qué hablas?" pregunté.

En ese momento aparece la madre de Hugo con cara de preocupación, lo que hace que este automáticamente se tense. No debe ser normal ver a su madre así de preocupada, y eso lo puedo decir yo que desde que vive con nosotros, nunca la he visto preocupada, al menos que yo pueda notarlo.

Hugo no tarda mucho en ir junto a su madre en dirección a la cocina dejándonos a nosotras allí sin entender nada de lo que estaba pasando. "¿Qué le pasa a Rose?" les pregunté "No lo sé. Desde que se despertó está así de rara, e intenté que me lo dijese, pero no suelta nada." Dijo mi madre suspirando "¿Será algo malo?" pregunté "Esperemos que no."

"Volviendo al tema de antes, ¿Qué es lo que te dejó cansada, Ale?" preguntó Megan con una gran sonrisa en su rostro "Y te vuelvo a preguntar, ¿de qué hablas?" estaba perdida y no entendía a que se refería "¿Prefieres que lo hable delante de mamá o nos vamos a otro lugar en el que podamos hablar tranquilamente?"

"Hija, antes de que vosotras nacierais, vuestro padre y yo ya hacíamos esas cosas, asique por mi si queréis hablar no tengo problema." Dijo Analissa con una gran sonrisa y tanto mis ojos como los de Megan aumentaron su tamaño normal por dos "¡¡¡¡Mamá!!!! No es necesaria tanta información." Protestó Megan "Yo sigo sin entender de que habláis." Dije, o al menos a lo que se refería Megan.

"Querida, de lo que tu hermana está hablando es del chupetón que tienes en el cuello." Dijo y por unos segundos me quedé procesando lo que había dicho Analissa "¿Qué?" pregunté una vez mi cerebro procesó las palabras. No pude evitar dirigirme al espejo que había en el recibidor, y una vez allí pude ver a lo que se referían ambas. De la nada aparece Megan con una gran sonrisa en el rostro, burlándose de mí, lo decía el brillo de sus ojos.

"Entonces ¿para cuándo será mi sobrino?" preguntó Megan riéndose "No digas estupideces." Dije seriamente "Oh, vamos, no son estupideces. Tu mejor que nadie deberías de saber deberías saber cómo se hacen los niños."

"Lo sé al igual que tú. ¿Ahora me dejas ir a cambiarme?" dije intentando que me dejase en paz "Oh, claro que sí. Apestas a sexo. Ahora espero que no lo vayáis haciendo por todas las esquinas de esta casa ni en todo momento."

"Megan, de verdad, eres un caso." Dije negando y podía escuchar a Analissa riéndose "Mejor vayamos a que te cambies, te tengo que hacer miles de preguntas." Dijo entusiasmada "¿Por qué me da la sensación de que esto iba a pasar?" pregunté "Porque en el fondo lo sabías, y de ser al revés, tú también estarías preguntando."

"Como quieras, vamos antes de que a mamá también le entre la curiosidad." Dijo Megan cogiéndome del brazo "¿Acaso no estoy invitada a esa sesión de cotilleos?" preguntó con humor Analissa "Mamá, no son cotilleos, es saber."

"Entonces ¿no estoy invitada a saber?" dijo levantándose del sofá "No es nada que no hayas echo antes." Dijimos ambas encogiéndonos de hombros "Lo sé, pero teniendo en cuenta que desde que salisteis nada de novios ni cosas por el estilo y de lo que prácticamente sabemos de lo que os pasó, al menos espero saber eso."

"Tengo que levantar a Alison." Dije intentando librarme de eso "No te preocupes por ella, se despertó temprano y quería ir de paseo, por lo que Diego se la llevó." Aseguró Megan con una gran sonrisa en el rostro, lo que me da para pensar que lo hizo a propósito "Al menos desayunaría ¿verdad?" pregunté, aunque sería demasiado extraño que ella no pidiese comer "Si, lo ha hecho." Volvió a asegurar Megan.

"Pero puede que vuelva pronto." Intenté de nuevo "Lo dudo, no hay mucho que salieron y se fueron con la pelota." Dijo Analissa llegando junto a nosotras "Dime al menos que se llevaron más guardaespaldas."

"Lo han hecho. No te preocupes por ellos, van a estar bien, y está con Diego. Adora a esa niña como para que le hagan algo." Dijo Analissa rodando los ojos como si estuviese exagerando, lo que puede ser "Mamá tiene razón. Diego adora a Alison, no dejará que le pase nada. Ahora relájate, y mejor nos cuentas que tal tu noche."

"Está bien, pero antes pienso bañarme." Dije empezando a subir las escaleras, pero con ellas siguiéndome cerca "No te preocupes, nosotras nos sentamos en la cama de tu habitación y ya. Podemos escuchar atentamente."

"De no saber que Megan es tu hija adoptada, pensaría que es tu hija biológica. Sois las dos tal para cual." Rodé los ojos, porque a veces no podía entender como estas dos eran tan iguales en muchas cosas "Sabes que nos gusta chincharte hija, pero más nos gusta verte así contenta." Dijo Analissa comuna gran sonrisa en su rostro "A mí también me gusta veros contentas, pero no por eso os voy preguntando qué tal vuestra vida sexual."

"Porque es inexistente en las dos y lo sabes. Ahora deja de quejarte y cuéntanos anda. Si entrar en demasiados detalles porfa, no quiero traumarme a mi joven edad." Analissa empezó a descojonarse y yo rodé los ojos. A veces no podía entender como era tan inteligente para unas cosas y estúpida para otras. Una vez llegamos a mi cuarto, decidí que era mejor bañarme luego, por lo que nos sentamos en la cama.

"¿Te obligo?" preguntó Megan llena de curiosidad y rodé los ojos, porque eso era una pregunta estúpida. "No seas estúpida Megan, sabes que él no haría una cosa así." Le aseguré cruzándome de brazos "Tenía que asegurarme, pero cuéntame, quiero saber."

"¿El qué exactamente?" pregunté y ella se sentó con curiosidad presente en su mirada "¿Se parece en algo a aquello?" Sonreí y negué, porque no tenía nada que ver "En nada. Debo decir que estaba asustada. No quería que se pareciese en nada a lo de allí. Y siempre se preocupó de que yo estuviese bien."

"¿En serio?" preguntó sorprendida y sonreí de nuevo, eran pocas veces que se pillaba a Megan desprevenida "Si. Se siente genial. Ya normalmente me demuestra que me quiere y eso, pero después de esto tengo más que claro que si me quiere."

"¿Es que acaso no te queda claro que ese chico te ama más que a nada hija?" preguntó incrédula Analissa, pero ya lo sabía, a pesar de que a veces era complicado creerlo "Sé que me ama mamá, pero después de todo lo que pasamos, me queda más claro."

"¿Algún día me contareis que es lo que os ha pasado allí dentro?" cuestionó y tanto Megan como yo nos miramos sin saber que decir, no quería que Analissa tuviese en su mente todo lo que nos pasó allí dentro "Mamá, no es una conversación bonita."

"Eso ya me lo imagino, pero me gustaría saber a qué me enfrento a cuando cualquiera de las dos no sois vosotras mismas." Dijo, pero negué, porque a pesar de que puede ser que eso la ayudase, seguía sin querer que tuviese eso en mente "A mí me pasó el otro día porque conocía a alguien que no me gusta, y Megan hace años que no le pasa."

"Esta mañana no son años." Dijo y rápidamente me giré en la dirección a Megan que estaba mirando por la ventana evitando mi mirada. De eso no tenía ni la menor idea, y puede ser que a Megan le pasase muy pocas veces, pero cuando le pasaba no era bueno.

"Megan, ¿qué fue lo que lo desató?" le pregunté. No era normal que a Megan le pasase eso "Eso no importa Ale." Negué, porque si le había pasado, es porque era importante. Solo espero que el estúpido de Skolov no le haya hecho nada, porque entonces lo mato "Claro que importa. Puedes contarme, sabes que no te juzgaré."

"¿Recuerdas aquel día que no paraba de llorar cuando estábamos allí metidas?" Asentí, porque ese día era algo que nunca podría olvidar, nunca había visto a Megan tan desesperada y deprimida "Si, hice todo lo que estaba en mi mano para que dejases de llorar, pero era inútil."

"Hay algo que no te conté el día que se averío el barco." Dijo mirando a sus manos y fruncí el ceño, porque era extraño que no nos contásemos las cosas "¿El qué?" pregunté "Sobre David y yo." Si antes estaba perdida, ahora lo estaba más "¿Qué pasa con vosotros?"

"¿Quién es David?" Preguntó Analissa de la cual me había que estaba con nosotras por un momento "Es un chico que estaba buscando la manera de sacarnos del club a mí y a Alexandra." Susurró Megan, y por un momento me recordaba a aquel día que me gustaría poder no recordar "¿Qué?"

"Megan, ¿qué es lo que pasó entre vosotros?" pregunté temiéndome lo peor "Estuve pensando en eso de que me dijiste de que podía estar enamorada de él, y descubrí que es cierto." Dijo mirándome, pero pronto volviendo su mirada a sus manos "¿El qué?" pregunté intentando seguir su línea de pensamiento "Que el chico me gustaba. Lo quería. La cuestión es que un día que vino por la tarde y hablamos, acabamos haciendo el amor, no me preguntes como es que acabamos en esa situación, pero salí embarazada de esa vez."

"¿Cómo embarazada?" preguntó Analissa sin entender a donde iba esto, pero yo me congelé en mi lugar, porque no me gustaba a donde iba esto "Megan, ¿qué fue lo que te hicieron?" pregunté en un susurro "Me pincharon algo para que lo perdiera… Hoy tendría nueve años…" Y con eso se echó a llorar. Nunca me di cuenta de que Megan estuviese embarazada, pero debo suponer que en cuanto se enteraban de que alguna de las chicas lo estaba, acababan con sus hijos.

Tanto yo como Analissa, nos levantamos y acercamos para abrazarla y estuvimos así por un rato largo, pero que en este momento era o que menos me importaba. Lo que me importaba era consolarla de alguna manera, porque sé lo que se siente.

"Sé que no es… no es igual… que lo que te… te hicieron a ti… pero estaba emocionada… ¿sabes? Incluso lo estaba David…" dijo y empecé a negar, porque no me importaba una mierda que fuese de la manera en la que había perdido yo al mío, dolía igualmente, sobre todo si estaba emocionada, pero luego caí en una cosa "Espera, ¿lo sabías antes que ellos?" pregunté y ella asintió "Me di cuenta que no me bajaba la regla… sabes que es como un reloj… por lo que supuse que lo estaba… y era cierto."

"Es cierto, pero déjame decirte que a pesar de que no perdieras a tu hijo como perdí yo al mío, duele." Dije intentando consolarla. Ahora entendía muchas cosas "Chicas, ¿me podéis decir que es lo que os hicieron allí dentro? Porque lo que estoy pensando no me gusta para nada, y de estar vuestro padre vivo, mataría a todo el mundo que se atreviese a hacerle daño a sus niñas." Aseguró Analissa en un susurro.

"Ale… creo que es hora de… de que mamá lo sepa." Me dijo Megan y negué, porque no me gustaba la idea "No creo que sea lo mejor para que lo sepa." Dije prácticamente en un susurro "Me da igual que no sea lo mejor que lo sepa, yo solo quiero saber…"

"Sé qué quieres saberlo mamá, pero no quiero que cualquier cosa que te contemos te ponga mal." Sabía como era Analissa, y lo más probable es que no se lo tomase demasiado bien "Me pone mal no saber también."

"Ale… tiene razón…" dijo Megan "¿Estás segura que se lo quieres contar?" mire hacia ella para asegurarme "Merece saberlo, y le ayudará en el momento en el que nos pase algo de eso." Suspiré y cerré los ojos "Está bien." Dije con un nudo en mi garganta y Megan se enderezó a mi lado.

"Llevábamos allí dentro doce años. Yo cuando llegué allí no entendía gran cosa que digamos. Había aprendido algo de inglés en el colegio, pero no el suficiente para saber que mierda hablaban." Dijo Megan con una risa que no tenía ni el menor rastro de humor "¿Cómo que no entendías inglés?" preguntó Analissa.

"Nací en Rumanía, y a pesar de que ahora prácticamente no sé rumano, en aquel momento era lo único que sabía. Alexandra me ayudó a aprender inglés. Es más, es la única que se acercó a hablarme." Dijo con una pequeña sonrisa "Como para no hacerlo. Eras pequeña y esos cabrones te habían comprado." Bufé, porque aún no entendía como coño lo había hecho y como la habían metido en ese lugar. Megan solo tenía cuatro años por aquel entonces "¿Comprado?" preguntó Analissa con sus ojos el doble del tamaño que tenía normalmente.

"Nuestros padres nos vendieron, bueno, al menos los de Megan." Dije encogiéndome de hombros "¿Y los tuyos?" cuestionó de nuevo "Digamos que mi madre me vendió a mi padre que me metió allí dentro?"

"Espera, espera, espera… ¿Sergio te compró a tu madre?" preguntó horrorizada "Sergio no es realmente mi padre, al menos biológico." Dije "¿Entonces quién es?" Tomé una respiración profunda, porque no me gustaba hablar de ese malnacido, y menos como mi padre "Uno de los rusos que nos mantuvieron encerradas."

"¿El que teníamos en casa?" pregunto horrorizada y rápidamente negué, pero tampoco era mejor que él "No, su hermano." Le aseguré "No entiendo nada."

"Yo tampoco entiendo que es lo que ha pasado ahí, pero por lo que me dijo Sergio, la señora que me trajo a este mundo, era una prostituta que se iba acostando con todo lo que se le pusiese delante y le diesen un par de gramos de cocaína… Después de que Skolov despidieran a Sergio, él se enganchó a la coca, pero a pesar de estar drogado, no me daba las palizas que me daba mi madre." Dije encogiéndome de hombros. Siempre apreciaría que Sergio estuviese allí y me protegiese de cierta manera.

"¿Qué tu madre hacía qué?" susurró Analissa y asentí "Eso, me odia a muerte, y ahora me debe odiar más por la muerte de mi hermano." Dije pensando en que era lo más probable "¿Hermano?" preguntó sin entender nada "Uno de la DEA."

"¿Y a ti porque te vendieron, Megan?" preguntó Analissa costándole entender lo que había sido nuestra vida "Porque no les quedaba remedio. Era eso, o que mi hermana pequeña se muriese, y como yo era rebelde, no me podían ni ver delante, asique decidieron hacerlo."

Sabía la pregunta que iba a hacer Analissa ahora, su preocupación lo decía claramente "¿Y tu hermana?" de ser en otra situación me hubiese reído de que Analissa sea tan expresiva, pero no era la situación en este momento "Se murió igualmente y a ellos los mataron años más tarde."

"¿Eso fue vuestra vida?" preguntó con lágrimas en sus ojos, razón por la que no quería contarle todo esto "Puede ser que no fuese buena desde un principio, pero las cosas empeoraron en el momento que nos metieron allí dentro."

"¿Por qué?" preguntó "Porque hacían que la gente nos violase. De ahí que tanto Alexandra como yo estuviéramos embarazadas." Dijo encogiéndose de hombros "¿Por cuánto tiempo os estuvieron haciendo eso?" horror se podía ver en la mirada de Analissa y cada vez me convencía más de que no teníamos que haber abierto la boca con este tema "A mí por cinco o seis años, pero luego de una paliza que me dieron, Ale decidió tomarse todo lo que me daban a mí y a ella."

"¿De qué hablas?" pasó su mirada a mí con miedo, pero decidí que era mejor no mirarla, por lo que pasé a mirar por la ventana "A que a mí me dejaron en paz y a ella la torturaban y violaban el doble." Susurró Megan, probablemente mirando para mí, pero no quería ver la tristeza en su rostro una vez más "¿Qué torturas?"

En eso me levanté y me saqué la camiseta. Creo que era mejor enseñarle que me pusiese a contar yo, porque estoy segura que no sería capaz de contar ni la mitad de las cosas que quería saber, y al menos así, podía enseñarle una pequeña parte de lo que me hicieron allí, porque por cicatrices en mi cuerpo no será.

"¿Qué fue lo que te hicieron, hija? ¿Por eso tu padre odiaba tanto a los rusos? ¿Se lo contasteis a él y a mí no?" preguntó ofendida, pero ambas negamos, nunca se lo hubiésemos contado a Francesco "Nosotras no le contamos nada a papá, él tenía sus medios para descubrirlo. Supongo que así fue como descubrió algunas cosas de lo que nos hicieron, pero te aseguro que no sabía ni la mitad de lo que nos hicieron."

"¿Y cómo os escapasteis? "preguntó con lágrimas corriendo por su rostro "Ese día me hacían miles de pruebas para saber si podía seguir acostándome con sus clientes y con uno de ellos. Creo que de todas las veces que me hacían las pruebas, era la primera en la que ninguno de ellos estaba allí, por lo que cuando el médico me dijo que estaba embarazada, no dudé en darle con algo en la cabeza e ir a por Megan para marcharnos de allí."

Analissa llevó su mano a la boca para cubrir su temor, pero al menos ahora ya estábamos en la parte buena "Por el camino nos encontramos a Stefan, pero llevábamos más de un año entrenando para salirnos de allí, por lo que no fue tan complicado dejarlo cao por unos segundos, y como ni Stefan ni Dimitri querían que le pasase algo a Alexandra, pues pudimos escapar de allí."

"¿Entonces siempre supiste que estabas embarazada?" preguntó y yo asentí "¿Por qué nunca nos lo dijiste?" cuestionó "Ni Megan lo sabía. Agradezco que nos acogierais, de verdad. Pero en ese momento yo no confiaba en nadie más que no fuese Megan, y quería terminar con mi vida, mandarlo todo a la mierda."

"De eso nos dimos cuenta, por eso queríamos mandarte al psicólogo, para ver si podíamos ayudarte de alguna manera." Dijo cogiéndome la mano y dándome un pequeño apretón "Ellos no hacía nada más que mirarnos como lo hacía toda la gente allí dentro, o eran tan hipócritas que nos decían que hiciésemos algo en lo que ellos no creían."

"Pasasteis por mucho. No os lo merecíais." Susurró y ambas nos encogimos de hombros, porque podía ser, pero en este momento, no era algo que nos importase demasiado "Puede ser que no." Analissa se rió, pero luego se puso tensa de nuevo "¿Y qué le pasó a Megan cuando estábamos en Nueva York? Recuerdo haberle visto un moretón en la espalda."

"Eso fue porque se atrevieron a dispararle unos estúpidos." Dije entre dientes "¿Dispararle? ¿Cómo?" preguntó sorprendida "Porque Alexandra decidió entrar en el club en el que estábamos metidas para sacar a otras chicas, por eso me dispararon."

"¿Entrasteis allí de nuevo? ¿A pesar de todo los que os trajo eso?" Sorpresa se hizo evidente en su rostro, como si no se esperase que entrásemos allí dentro, pero es lo que teníamos que hacer "Teníamos que entrar. No quería que ninguna de esas chicas pasase tanto como nosotras."

"Entonces de ahí salió Jennifer." Dijo atando cabos "Sí. Era italiana y no podía dejarla de nuevo en el orfanato." Contesté. Aún no entendía como es que la había regalado a la mafia. "¿Y sus padres?" preguntó Analissa "Al parecer murieron cuando era pequeña."

"¿Y cómo es que lograron sacarla de allí dentro?" cuestionó buscando una respuesta lógica a todo "Porque el mismo orfanato se la dio a la mafia." Bufé "Pobre niña, pero ella no está tan mal como vosotras."

"Porque al parecer uno de ellos decidió que estaba enamorado y que no debía hacer lo que estaban haciendo, por eso se relajaron las normas." Dijo Megan y un escalofrío me recorrido de arriba abajo "¿Enamorado? Vamos hombre, eso es imposible. Una persona que hace eso no puede estar enamorado."

"Según él lo estaba, de la chica y su hija." Siguió Megan y prácticamente podía notar el desayuno intentando subir por mi garganta "Ah, qué aún por encima tenía una hija. ¿sabía esa chica donde estaba metido el tipo?" preguntó enfadada Analissa y asentí, porque lo tenía más que claro "Lo sabía, pero no quería que se acercase a Alison para nada."

"¿Por qué se iba…? Espera, ¿eres la chica?" preguntó de nuevo sorprendida y su mandíbula prácticamente en la cama "Según Jennifer sí. No dijo directamente que fuese Alexandra, pero todo encaja con ella, y la niña tiene más en común con Alexandra de lo que tendría en caso de ser solo su madre."

"No entiendo, ¿de qué hablas?" Me iba a levantar, pero Megan me paró, cogió mi mano y la apretó como si estuviese intentando darme ánimos "Porque Alison aparte de ser mi hija digamos que de alguna manera es mi prima."

La cara que le quedó a mi madre en ese momento era de shok total. De verdad, no quería seguir hablando de mi familia, porque debo decir que está demasiado loca como para que se me vaya a mí la cordura en este momento, y al parecer, por la cara que me quedó, entendieron que corríamos ese riesgo, por lo que me abrazaron entre las dos y estuvimos así un par de minutos.

"Bueno, lo que cuenta ahora es que estáis bien y no os va a pasar nada. Antes tendrán que pasar por encima de mi cadáver." Dijo seriamente, pero es algo que ninguna de las dos permitiríamos que pasase "No va a ser necesario mamá, nos sabemos defender nosotras solas, pero se te agradece."

"Sois mis niñas, al fin y al cabo. No voy a dejar que le hagan nada a mis niñas." Dijo dándonos un beso en la sien a ambas y luego abrazarnos "Te queremos, mamá." En ese momento escuchamos como alguien petaba en la puerta de la habitación, y después se abre lentamente, dejándonos a la vista a la madre de Hugo, la cual tenía lágrimas en los ojos. Las tres nos levantamos rápidamente y hacemos que entre en la habitación para que se siente en la cama, porque se veía claramente como las piernas le estaban temblando.

"Rose, ¿Qué pasa?" pregunté poniéndome a su altura "Es Hugo…" dijo y no tardé nada en tensarme "¿Qué pasa con él?" pregunté en un susurró y con la mano de Megan en mi hombro "No sé a dónde se ha ido… Tengo miedo de que haga una tontería."

"¿Cómo que se ha ido? ¿A dónde?" Preguntó Megan, porque yo no tenía ni la menor idea de lo que estaba pasando "No lo sé." Susurró y me levanté empezando a andar de un lado a otro "Eh, calmaros las dos, va a estar bien. Mejor dinos por qué haría una tontería para que podamos entender que es lo que está pasando." Dijo Megan la cual se puso delante de mí para que me detuviese.

"El padre de Hugo fue liberado de la cárcel." En cuanto esas palabras salieron de la boca de Rose, me giré en su dirección sorprendida, porque esto no podía estar pasando "¿Qué?"

Ya ni esperé a que acabara de contar lo que pasaba, porque sé cómo debe de estar Hugo en este momento, y si su madre tiene miedo de que haga una estupidez, es porque es capaz de hacerla, y no quiero que le pase nada.

"¡¡¡¡Luke!!!!" Lo llamé gritando y no tardó nada en salir de donde sea que estuviese "¿Qué? ¿Está todo bien?" preguntó confundido "No… Necesito que rastres el teléfono de Hugo." Le dije yendo hacia el despacho y coger el arma que tenía en la caja fuerte "¿Para qué?" preguntó más confundido todavía.

"Necesito encontrarlo, ¡¡¡¡Ya!!!!" le ordené y levanto las manos en el aire sacando su ordenador de a saber dónde "Está bien, la tendré dentro de un par de minutos. Debes calmarte." Dijo empezando a teclear "Me calmaré en el momento que sepa dónde está mi novio. En cuanto lo sepas, me llamas para decírmelo."

"¿A dónde vas a ir?" preguntó Megan desde la puerta del despacho "A buscarlo, no puedo estar de brazos cruzados." Aseguré y cargué el arma "Ale, no tienes ni idea de donde está." Dijo Luke y negué, porque en este momento me daba exactamente igual no tener ni la menor idea de donde podía estar "Me da exactamente igual."

"Ale… Luke tiene razón… Hugo no va a hacer ninguna estupidez…" intentó razonar Megan, pero no iba a funcionar, las palabras de Rose seguían en mi mente "Eso no es lo que dice su madre." Dije mirándola y metiendo la pistola en la cintura de mis vaqueros "Porque está alterada, por eso lo dijo."

"Ella conoce a Hugo como nadie… No quiero que le pase nada." Dije y ella no tardó nada en ponerse delante de mí con sus manos sobre mis hombros "No le pasará nada… Ahora relájate…" dijo respirando con intención de que siguiese su respiración, pero en este momento no podía "No pienso esperar a que aparezca por esa puerta, ni de coña."

"Pues nos vamos las dos." Dijo girándose hacia la caja fuerte y coger su arma, pero no necesitaba que viniese conmigo "No Megan, tú te quedas para cuando llegue Alison." Dije girándome en su dirección "Entonces tú tampoco te vas de la casa." Aseguró cruzándose de brazos y negué "Eso no lo puedes evitar."

"Lo siento hermana, pero si puedo." Dijo sacando una jeringuilla de no sé dónde, pero antes de que me sedase, le di un golpe en el brazo consiguiendo que tirase la jeringuilla. Sé que en este momento puedo parecer estar loca o algo, y sé de sobra que Megan sabe cómo soy en casos como estes, pero no iba a permitir que no me dejase buscar a Hugo.

"Se te ocurre pincharme eso y te darás cuenta de lo que soy capaz." Dije amenazadoramente "No puedo dejarte salir, así como si nada. Ambas sabemos cómo eres en estos casos Ale. ¿A caso te tengo que recordar la vez en la que aquel chico intentó…?" empezó, pero negué, porque sabía perfectamente a que se estaba refiriendo, y de pasarme de nuevo, lo hubiese hecho sin dudarlo una sola vez "No tienes que recordármelo, porque recuerdo muy bien que le hice a ese mal nacido… Pero escúchame… sé lo que está sintiendo ¿vale?... No quiero que haga ninguna estupidez…"

"¿Y qué pasa si alguno de los que trabajan para Stefan te ven?" preguntó ahora molesta "No va a pasar, pero tampoco quiero que lo vean a él." Le aseguré, porque es probable que Stefan lo usase para su ventaja y era algo que no permitiría en la vida "Ale, piénsalo dos veces antes de salir por esa puerta."

"Ya lo he hecho, y es lo que voy a hacer." Le confirmé y salí de la casa para buscar a Hugo, porque si algo tengo más que claro, es que no voy a dejar que le pase nada y mucho menos que sus demonios le coman la cabeza, porque mejor que nadie sé lo que se siente, y no quiero que se vaya a un lugar oscuro, no solo porque el bastardo de su padre.


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