Goku miró con una sonrisa nerviosa a Tsubaki, quien estaba a punto de probar su comida. Los dos estaban sentados en el sofá del salón.
Había cocinado algo simple. Una tortilla francesa con bolas de arroz, no quiso ninguna complicación para no defraudar a Tsubaki.
Tsubaki le miró de reojo y sonrió al verle nervioso. Con un gesto grácil cómo los dos palillos y se llevo a la boca un poco de arroz.
-¿Qué tal está? -preguntó Goku, ni contra Igris se sintió tan nervioso como lo estaba en este momento- "Ugh... Tsubaki frunció el ceño"
-Le faltó sal, pero está delicioso -los ojos de Goku se iluminaron ante aquellas palabras, ver cocinar a Suzaku esos días tuvo sus ventajas.
-Pero todavía debo aprender -confesó Goku con una sonrisa nerviosa- Además, me debes varias practicas Tsubaki. Apenas tuvimos una sola.
-Lo sé, cuando acabe todo esto... quedaremos en mi casa -Tsubaki respondió con una sonrisa, pero recordó una cosa que la tenía acongojada.
No sabía cómo acabaría todo esto. Podría ser con Rias siendo la nueva esposa de Raiser, o con Goku venciendo al Phenex, lo cual era dudoso.
No es que no confiara en él, pero ella sabía el alcance de los poderes de Raiser y si Goku peleaba sólo, lo tendría muy, muy difícil.
-Goku... ¿crees que serás capaz de vencer a Raiser Phenex y su nobleza? -preguntó Tsubaki.
Goku, que tenía varias bolas de arroz en la boca, la miró con curiosidad. Pero habiendo aprendido la lección varias veces, tragó antes de hablar.
-Claro que sí, antes de entrenar tenía escasas posibilidades... pero ahora estoy confiado en mi victoria -respondió Goku sonriendo con calma.
-¿Por qué? Confío en ti pero me gustaría estar tan calmada como tú... no puedo evitar preocuparme -Tsubaki le tomó las manos por instinto mientras le miraba con intranquilidad.
-Porque Raiser no conoce mis capacidades, y por tanto me va a subestimar... y eso es bueno para mí -contestó el azabache- En cambio, yo sí que conozco cuáles son todos sus poderes.
Tsubaki lo entendió entonces. Mientras Raiser desconociera las habilidades de Goku, estaría en desventaja. Es más, subestimaría a Goku.
Todos sabían que el clan Phenex poseía las llamas del ave fénix además de su inmortalidad, y que eran hábiles con el elemento viento.
Raiser no era la excepción.
"He de suponer que Goku tiene formas de contrarrestar todo aquello"- discurrió Tsubaki entendiendo por qué estaba confiado.
-¿Ves? Estaré bien Tsubaki, no tienes que preocuparte -dijo Goku poniendo sus manos sobre las de Tsubaki, quien se ruborizó.
Ahora estaba más calmada.
-Mmm ya sé, ¿por qué no vamos ahora al supermercado? Teníamos pendiente hacer eso, ¿no? -preguntó Goku con una gran sonrisa.
Tsubaki recordó entonces que acordaron ir a hacer la compra. Entonces, asintió sonriendo.
-Bien, hoy pasaremos el día juntos -proclamó Goku con entusiasmo, después de tanto tiempo con entrenamientos merecía relajarse, ¿no?
Horas después.
Pues sí, se relajaron.
Compraron varias cosas en el supermercado para que el día siguiente Tsubaki pudiera cocinar algo delicioso y que comieran en su casa.
Tsubaki transportó la compra hacia su casa con un círculo mágico, poco era el tiempo que tendría con Goku asi que quería disfrutarlo al máximo.
Goku propuso ir a visitar a la señora Juhee y Tsubaki asintió apoyando la idea. De camino al hospital comieron helados mientras charlaban.
Llegando al hospital subieron a la habitación donde estaba Juhee, y se encontraron a Cha Hae quien estaba sentada al lado de la cama.
Varias máquinas estaban conectadas a la cama para mantener a Juhee con vida. Goku frunció el ceño pero sin más se acercó a Cha Hae-In.
-Buenas Cha, ¿cómo te encuentras? -preguntó Goku viendo a la rubia quien levantó la mirada.
Cha Hae había pasado sus vacaciones en el hospital velando por su madre, sin despegarse de ella. Las peores vacaciones de su vida.
-M-mejor -habló simplemente ella forzando una sonrisa y Tsubaki sintió bastante pena por ella.
Goku se acercó a la cama donde reposaba su jefa y sintió su corazón apretarse al verla en ese estado. Le dolía el alma ver a su jefa así.
"Pronto señora Juhee... pronto volverás a estar con nosotros"- pensó Goku apretando sus puños y Tsubaki rápidamente se percató de ello.
"Buenas tardes"
Un hombre con bata entró al lugar sosteniendo un dossier y todas las miradas se fijaron en él.
-Dado que la paciente Kim Juhee lleva diez días ingresada en el hospital ya es necesario abonar la factura correspondiente a los gastos hospitalarios -profirió el hombre pasándole el dossier a Cha quien sintió intranquilidad.
Cha Hae abrió sus ojos al ver la cantidad tan astronómica que correspondía a los gastos del hospital. Goku se acercó y miró la factura.
-Yo pagaré, ¿dónde debo hacerlo? -preguntó Goku con seriedad y el hombre le miró atónito.
-G-Goku -tartamudeó Cha y él negó.
-Dije que me haría cargo de los gastos y eso haré, es lo menos que puedo hacer por la señora Juhee -respondió Goku con una gran sonrisa.
Cha asintió con los ojos llorosos y Tsubaki sintió una calidez en su corazón ante el gesto de Goku.
-B-bien sígame -habló el hombre y Goku siguió sus pasos, tenía más de dos millones de yenes en el inventario así que no habría problema.
Tiempo después.
-¿Dónde conseguiste tanto dinero? -preguntó Tsubaki con curiosidad, ahora iban de regreso a la academia Kuoh. Ya estaba atardeciendo.
Se acercaba el momento del Rating Game.
-Ahorros y otras cosas -respondió Goku sin entrar en detalles- "Como por ejemplo, derrotando ejércitos de caballeros jeje"
-Pero... ¿no lo necesitarás? -preguntó Tsubaki pensando que Goku lo necesitaría para pagar el apartamento, sus estudios o sus gastos.
-Nop, nunca me importó demasiado... mientras pueda comer soy feliz -respondió Goku rascando su nuca con humildad- Por eso.. ¿T-Tsubaki?
Para su sorpresa, Tsubaki le abrazó suavemente. Aunque eso le dejó un poco atónito correspondió el abrazo, que sólo duró unos segundos.
-Eres maravilloso -susurró ella ruborizada. Y sí, tenía ganas de abrazar a Goku desde hacía horas, esas palabras fueron un detonante.
Goku solo se rió nerviosamente.
En cuestión de minutos llegaron a la escuela y caminaron hacia el viejo edificio. El trayecto fue silencioso pero muy tranquilo para ambos.
Subieron las escaleras y tras unos segundos, se detuvieron frente a la puerta que daba acceso al club de investigación de lo oculto de Rias.
-Bueno... hasta aquí llegamos -habló Goku inhalando aire- Fue un día divertido jeje, espero que mañana también lo disfrutemos tanto.
-Mn -Tsubaki asintió ligeramente mientras sus mejillas estaban sonrojadas por alguna razón.
Antes de que Goku pudiera proferir palabra alguna los labios de Tsubaki se unieron a los suyos en un corto, pero suave y tierno beso.
Goku se quedó atónito ante aquella acción. Se sentía raro y a la vez placentero, su ser le pedía que no se separara de los labios de Tsubaki.
Tsubaki no alargó el beso más de lo necesario; se separó de él, sin poder verle a los ojos por la vergüenza. Éste había sido su primer beso.
Y seguramente el primero de Goku.
El primer beso de ambos...
-Suerte... -murmuró Tsubaki sonrojada.
-Gracias... nos vemos -contestó Goku, todavía confundido por el beso, pero sonrió y se adentró en el cuarto viendo a todos presentes.
"¡Goku-san!"
"¡Viniste!"
Rias fue la primera en levantarse y sin pensárselo abrazó a Goku, dejando atónitos a todos los miembros del club de lo oculto.
Rias al percatarse de su acción se ruborizó y de inmediato se separó de él. Ni siquiera era amiga de Goku para hacer tal gesto un tanto atrevido.
Pero pronto iba a serlo.
-Dime Goku-san, ¡¿vas a patear el trasero de ese idiota arrogante?! -preguntó Issei entusiasmado.
-Así es, voy a hacer un pollo frito al horno -bromeó Goku causando risas en los presentes, incluso la fría Koneko sonrió ante aquello.
-Ara Goku-san, ¿crees poder ganar a Raiser? -preguntó Akeno con una sonrisa curiosa.
-Tengo posibilidades de hacerlo Akeno-senpai -respondió Goku sonriendo y se giró hacia Rias- ¿Cuantos peones tiene Raiser en su nobleza?
-Ocho, la más débil es la chica que enfrentaste el otro día -habló Rias, un tanto intrigada por la pregunta del azabache- "¿Tiene un plan?"
-Oh, entiendo... -murmuró Goku pensativo- "Venciendo a sus peones le dejaré con solo siete en su equipo, menos de la mitad"- indagó Goku.
Un círculo mágico se formó en el centro de la habitación, y Grayfia salió de él. La mujer inspeccionó a Goku y notó algo distinto en él.
-Cuando sea el tiempo de empezar la batalla, serás transportado al campo de batalla con este círculo mágico -explicó Grayfia mirándole.
Goku vio el círculo bajo sus pies y asintió.
-La ubicación del lugar es en una dimensión diferente usada para las batallas. Así podrás combatir con todo tu poder. Es un lugar aparte, así que siéntete libre de luchar a tu antojo.
"Oh, así que será como un calabozo... perfecto"- discurrió el azabache con una sonrisa tranquila.
-La batalla será observada por las dos familias además de los cuatro Maou, y contaremos con un invitado especial... Odin-sama -habló Grayfia dejando perpleja a Rias y curioso a Goku.
-¡¿El rey de Asgard va a presenciar este Rating Game? ¿Por qué? -preguntó Rias sin comprender qué haría ahí el jefe y líder de los nórdicos.
-Odin-sama está negociando un acuerdo con los Maou y al oír que un humano desafió al heredero Phenex sintió curiosidad -explicó la Lucifuge.
"El rey de Asgard... ¡espera un momento! ¡Es ahí donde puedo obtener un fragmento del árbol del mundo!"- exclamó Goku con gran entusiasmo.
Uno de los ingredientes para elaborar el agua bendita estaba en el reino nórdico. El chico no pensó cómo podría llegar ahí pero la presencia de Odin lo cambiaba todo rotundamente.
"Debo hacer que me lleve a su reino, para eso debo impresionarle... aunque si lo hago estaría exponiendo mucho mis poderes"- meditó Goku.
Goku no quería exponerse tanto ante tantas personas... pero supuso que eso sería inevitable. Lo importante era que Odin le llevase a Asgard.
-Bien, es hora -habló Grayfia mirando por última vez a Goku y desapareció en un círculo mágico.
-Parece que muchos tienen curiosidad por saber quién eres Goku-san... incluso Odin-sama -habló Rias una vez que se fue su cuñada Grayfia.
-Nah, da igual -Goku le restó importancia sonriendo- Sé que todos ustedes querían dar lo máximo de sí para esta batalla, pero yo me interpuse desafiando a Raiser. Así que prometo que no haré que todos sus esfuerzos sean en vanos, derrotaré a Raiser por todos ustedes.
Cargaba con el honor de Rias y de la familia Gremory, así que no podía defraudarles. Una derrota supondría un fracaso para todos.
Y más para él, sentiría que todos los esfuerzos que había hecho con el sistema serían en vano.
Con esas últimas palabras desapareció con el círculo mágico, dejando a todos con una sonrisa alegre y a Rias con las esperanzas puestas en él.