Kapitel 10: ¿QUÉ HACES...?
Me despierto emocionada la siguiente mañana, estaba temprano de lo que normalmente me despierto. Desayuno bastante para tener más energía, además tenía mucha hambre porque no había comido bien los últimos días, la tía para esta ocasión me presta otro Kimono más suelto, en la parte de arriba es blanco y tiene una especie de pantalón color negro.
Voy a ver a Hiroki en el bosque no muy lejos de la aldea, en la falda del bosque donde estuve sentada el otro día con el hermano de Hiroki. Hiroki me espera sentado en una roca con solamente un arco.
— veo que te despertaste temprano de lo que sueles despertarte— levanta una ceja sarcástica.
— es lo máximo que puedo levantarme— intento forzar una sonrisa.
— Bueno, princesa, empezaremos con algo básico para usted; usaremos el arco.
— ¿por qué no puedo comenzar con la espada?
— Es pesada y aún no es apta para usted, además no quiero verla quejándose de que le cambie de arma... Pero por lo que veo se terminará quejando del entrenamiento — sonríe irónico. Me da el arco sin decir lo que tengo que hacer.
— Apunte al árbol e intente dispararle
— ¡¿eso es todo?! —le refuto sin saber cómo usarlo— ¿no me dirás que tengo que hacer o como tengo que apuntar?
— (suspira) entonces le daré un concejo, apunte con la flecha el árbol y luego jale de la cuerda hasta que la parte trasera de la flecha este al lado de su mejilla, observe bien el punto donde quiere clavar la flecha, luego apunte y dispare — me confundió por completo con sus instrucciones. Lo miro atontada. — de esta manera — me quita el arco de las manos y realiza lo que acabó de decir en sus instrucciones. Toma el arco, jala la cuerda, apunta al punto fijo del árbol y dispara con fuerza y precisión; me sorprende — ahora te toca — dijo devolviéndome el arco, realizo lo mismo que hizo Hiroki, pero solo fallo, la flecha fue muy débil y ni alcanza a clavarse en el árbol; Hiroki alza una ceja sarcástica.
Realizo lo mismo una y otra vez, tantos intentos y no acerté a ninguno de ellos; nos quedamos ahí por horas; él solo me mira muy aburrido esperando a que alguna vida habré clavado la flecha. No me rendí, por más que falle no puedo rendirme, solo puedo pensar en vencer a Satoshi.
—Te ves linda concentrada — suelta desprevenido, me sonrojo e intento ignorarlo— ¿nos quedaremos una vida más? — dijo bromista. No logro escucharlo porque no quiero perder mi concentración y seguir intentándolo — ven te muestro como se hace— se para de la piedra en la que estaba sentado, se acerca a mí, se posiciona detrás de mí y toma mis dos brazos apuntando al árbol, se queda un par de segundos apuntando, pero no dispara; Hiroki se queda de repente inmóvil, sin ni siquiera tirar de la cuerda.
—Mm... ¿Hiroki? —él baja el arco lentamente tan de repente que no puedo entender que va a hacer, pone su rostro en la superficie de mis hombros y al lado de mi cuello, en donde sentí su respiración cerca de la nuca, mi corazón empieza a palpitar de manera tan abrupta —¿Q...? Qué haces?...
—shh... — calla mi voz — no Arruines el momento... No ahora... — dijo casi susurrando. Frunzo en ceño confundida "¿qué bicho le picó?" estaba algo extraño. Baja el arco hasta caerse al suelo y luego postra sus manos en mi cintura. Me sonrojo al instante, mi corazón palpita tan rápido que tampoco soy capaz de dar algún ruido o decir alguna palabra —... No vuelvas a decir... Que tú no eres la mujer que quiero proteger... Si te llegas a sentir sola... Te haré sentir lo más incómoda posible... — dijo con delicadeza que siento el roce de su piel causándome escalofríos. Trago saliva nerviosa.
—... Y ¿no me equivoco?... —le respondo muy confundida — Hablo de que no soy la mujer que quieras proteger... Me he dado cuenta... De que te gusta... Alguien más... por eso te dije que puedo librarte de nuestro compromiso... — bajo la voz nerviosa, un poco desubicada, no sé qué le estoy diciendo.
— Tú crees que si no lo fueras... ¿Aun así te protegería?... Por algo te protejo, por favor... no niegues el compromiso... — me sacó de lugar al escuchar esas palabras, no puedo hablar, no logro entender lo que quiso decir, solo puedo recordar lo que dijo Kimura... pero no me lo podía creer. No puedo ni siquiera respirar.
Él solo se queda atado a mí por mucho tiempo. Ni siquiera terminamos la práctica; y no nos hablamos desde ese entonces, cada vez que lo veía recordaba todo lo que dijo, hasta el ambiente cálido que solo me hacía sentir nerviosa y torpe al lado de él. Por un lado, estoy muy feliz porque se abrió conmigo, pero ¿Me estará diciendo la verdad? Ahora que cada vez se me acerca empiezo a balbucear tanto...
Pasa un buen tiempo, la lluvia brota sin avisar y el sol se esconde en nubes grises. Me siento en el pórtico de la mansión admirando la lluvia recordando todo lo que me dijo Hiroki esta mañana, en la plática con su hermano y en todo lo que estoy empezando a sentir por Hiroki, también... me da algo de nostalgia ver la lluvia tan hermosa, como cuando estuve en el palacio, parece que hubiera pasado hace mucho y en realidad... solo fue hace dos semanas, pero no puedo evitar verla y extrañar mi parte favorita del castillo, la fuente, para mí esa fuente es tan tranquila, tan serena que solo me da tranquilidad cuando estoy triste, pero... ya no la tengo más en mi vida, y ahora mi nuevo lugar feliz es la lluvia y el pórtico de la mansión.
Pensante Naoki me encuentra.
— ¿qué haces aquí? – sonríe, se me acerca y se sienta a mi lado admirando también la lluvia.
— pensando... — le devolví el mismo gesto, con una sonrisa más disimulada.
— ¿Hiroki te siguió molestando? — pregunta en forma de burla; no le dije nada, solamente no quería decirle lo que paso en el bosque. Negué con la cabeza.
— solo... Pienso en... Satoshi — le dije mintiendo para no tener que dar explicación alguna, Naoki ha sido muy lindo conmigo, pero no le tengo la misma confianza como con Hiroki.
— ese hombre que solo la lastimó... Nos mintió — dijo con un poco de furia — pero al menos usted no está sola... Solo piense que estamos para usted... — se sienta a mi lado mirándome a los ojos fijos — ... Y yo siempre estaré para ti... — Dijo serio abriendo su corazón, únicamente le doy un lindo gesto amistoso. De repente Hiroki nos interrumpe y al verlo siento mi corazón latiendo de nuevo con mucha fuerza, con las mejillas rosadas o hasta rojas intensas, no me precipito a mirarlo a los ojos, ya que siento mucha incomodidad, porque al verlo recuerdo su confesión en el bosque.
— ¡Naoki! — exclama su nombre al joven — te toca la guardia, yo cuidaré a la princesa— dijo mandón.
— no se preocupe... Yo también puedo cuidarla — lo miro desafiante.
— está bien... Naoki, puedes ir — le dije amable para darle señal que tenía muchas cosas que hablar con Hiroki, este se retira un poco molesto. Hiroki se sienta al lado mío muy serio, o como suelo verlo sin una sola expresión, ya era costumbre verlo así... Doy un largo suspiro mientras observamos la lluvia. Pongo mi cabeza sobre su hombro relajándola e intento sentirme tranquila, su aroma me invade por completo y hace mi corazón latir con mucha fuerza.
— ¿qué tan duro puedo derribarme? — le pregunto seria postrando mi cabeza en su hombro
— eso depende de cuanto quieras avanzar y que tanto te hayas caído — me miró a los ojos sonriendo, le devuelvo el gesto tímida. — aun así, veo que has progresado... Te veo más dedicada — dijo esta vez muy educado y ¿cariñoso? Es extraño que suela ser amable, cada vez que dice algún comentario bueno, mi corazón estalla y palpita bastante; creo que ya me había acostumbrado a que sea grosero que, me pone un poco incómoda parte de su nuevo trato.
— No tienes que... Ser tan amable... Creo que ya me acostumbré a tu frialdad... Que suelo ver en tus ojos que solo me consuelas porque me siento sola... — le dije observándolo un poco triste... cambiando mi sonrisa. Es verdad, en sus ojos aún tiene la mirada de que sus sentimientos le pertenece a alguien más.
— ¿Tú aún piensas que lo hago por cumplir mi promesa?... — realzó los ojos sorprendida a esa pregunta, reafirmando lo que dijo en el bosque... Pero no es posible, porque el aun... O solo quiero convencerme para no realizar el mismo error con Satoshi... Estoy asustada... No quiero que me lastimen otra vez y no quiero ser la tonta nuevamente que la utilizan, la lluvia se para en este momento volviéndose más lenta...
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