Kapitel 29: Capítulo 28
ALEX
Mientras iba a casa de mi abuela iba pensando en todo lo que había sucedido desde que había salido de la fiesta, que para mí fue mucho mejor de lo que fue en la fiesta. De la fiesta el mejor momento fue en el que estuvimos en el jardín, solos, sin que nadie nos molestase. En ese momento parecía que éramos los mismos de antes, pero en eso me equivoco, los dos hemos cambiado por distintas circunstancias en la vida, ella por mis insultos y los del resto y yo por perder su amor.
Cuando llegué a casa de mi abuela y aparqué el coche fuera, mi abuela ya me estaba esperando en la puerta y no tardo demasiado en llegar a junto a ella. Lo primero que hacemos es darnos un abrazo y luego se aparta un paso hacia atrás, echándome un vistazo.
"Tes ves muy guapo mi niño, no me puedo imaginar la cara de Gabriela al verte así vestido." dijo con una gran sonrisa en su rostro "No puso ninguna cara en especial abuela, más bien ese fui yo." le aseguré dándole un beso en la mejilla "Bueno, vamos a dentro y me cuentas que pasó y todo."
Nos echamos a reír y nos fuimos para dentro. Le dije a la abuela que se sentase en el sofá que yo iría a por algo de beber, que no tardaría, cosa que era verdad porque ni pasado un minuto ya estaba sentado en el sofá de enfrente.
"Bueno, cuéntame querido, ¿cómo es que te has cruzado con Gabriela en la fiesta?" preguntó y me acomodé en el sofá "Pues haber, a mí me invitó Diego a la fiesta y no me dijo nada de que ella iba a ir, más que nada porque no se acuerda de quien era ella para mí y ella acabó en la fiesta porque Diego va a la misma facultad que Carlota y son amigos. Según el Carlota no deja de hablar de Marcos y Gabriela, por lo que le dijo que si los podía llevar a la fiesta y aceptó."
"¿Estaba Marcos en la fiesta?" preguntó y asentí "Si, Marcos estaba allí. Todo el mundo piensa que son algo más que amigos." respondí "¿Y tú que piensas?" inquirió y tomé una bocanada de aire "En algún momento no puedo evitar ponerme celoso pensando que eso puede pasar entre ellos, más bien le tengo celos a Marcos porque puede estar de una manera en la cual yo no puedo estar con Gabriela."
"No le hagas nada, sabes que no hay nada entre ellos." aseguró y asentí, porque eso ahora lo tenía claro "Lo sé y no voy a cometer el mismo error otra vez, no soy tan gilipollas." dije "Haber, y cuéntame, ¿cómo es eso de que estuvisteis solos? ¿Como te libraste de Carlota y Marcos?"
"Ellos discutieron, por eso Gabriela estaba enfadada y por eso la seguí. No podía permitir que estuviese sola así de enfadada. Pero antes de que eso pasara estuvimos hablando." confesé, y la sonrisa que tenía la abuela, aumentó de tamaño "¿Hablando de qué?" inquirió.
"Ella me preguntó qué hacía en la fiesta y le contesté." expuse y ella frunció el ceño "No creo que fuera eso lo que pasó, algo más pasó en ese momento." dijo, prácticamente afirmando "Hablamos del porqué estaba enfadada conmigo en la mañana y no me contestó la pregunta la verdad."
"Pero alguna razón te daría." respondió "Me dijo que era por algo que escuchó hablar de mí, que la había molestado y que por eso se enfadó conmigo." expliqué "Pero tú no tenías la culpa de lo que dijeron de ti."
"Lo sé y ya se disculpó por eso." le aseguré "Entonces entre vosotros las cosas están yendo bien." contestó y asentí "Si, la verdad es que están mejorando. Hasta podemos hablar por teléfono ahora."
"¿Te dio su número de teléfono?" preguntó y negué riéndome "Eso es lo más gracioso abuela." dije y ella frunció el ceño "¿El qué?" preguntó "Que nunca lo borró." afirmé y esta vez, sus ojos aumentaron su tamaño normal "Entonces todos los mensajes y llamadas que le hiciste...." empezó y negué "No, nunca le llegaron, me tenía bloqueado en todos sitios, no supo nada de mí hasta que llegué a la universidad."
"Pero haber, cuéntame esa parte en la que os fuisteis de la fiesta." pidió "Bueno, como te dije, yo no dudé en seguirla en cuanto vi que estaba enfadada y bueno, la seguía a una distancia prudente porque sabía que podía reaccionar contra mí. Estuvimos hablando hasta que se cansó de que yo le dijese lo que le estaba diciendo que explotó. Me hizo daño lo que me dijo, pero no tanto. Tenía claro que eso era lo que iba a pasar y en parte me lo merecía, la estaba molestando. Ella quería estar sola. La cuestión es que había quedado parado en medio de la acera cuando veo que va a cruzar la calle y venía un coche, estuve a punto de no poder salvarla, pero cuando lo hice la abracé como hace tiempo que no lo hago y me sentí aliviado."
"¿Casi la atropellan?" preguntó horrorizada "Si, pero está bien, no te preocupes por ella." aseguré "Menos mal que fuiste con ella, de no ser por ti no sé sabe que es lo que le pudo haber pasado a esa chica."
"Lo sé y yo me alegro de haber ido con ella. Pero desde ese momento empezamos a hablar y todo mejoró, nuestra relación está mejorando que hasta me dijo que éramos amigos." dije con una gran sonrisa en mi rostro "Algo es algo."
"Si, pero temo que esté enamorada de otro chico." dije, recordando lo que me había dicho "Alex, mi niño, por todo lo que me contaste puedes estar seguro de que esa chica sigue enamorada de ti. No cualquiera persona ni cualquiera relación se puede recuperar y mucho menos al ritmo que lo está haciendo Gabriela se recupera si no hay amor de por medio. Esa chica te ama tanto o más que hace ocho años, debes confiar en ti y en tu instinto. Seguro que algo te dice sobre ella, sobre todo después de haberle dado el beso."
"Algo me dice que eso que dices es cierto, pero prefiero no confiarme de todo en lo que me dice. Con Gabriela nunca se sabe abuela y si ella quiere que sea un sentimiento y no otro, puedes estar segura de que así será. Tiene un gran control sobre sus emociones y sentimientos." respondí y ella negó "Eso no siempre es bueno, sobre todo para ella." dijo y fruncí el ceño, porque no tengo ni la menor idea de por qué no era bueno para ella, pero decidí no prestarle mayor importancia en este momento.
"Lo sé, pero es algo con lo que no puedo combatir, es su forma de ser abuela y no quiero hacer que cambie su forma de ser." aseguré "Y nadie dice que tienes que hacerlo. Pienso que tiene que encontrar a alguien a quién debe confiar sus sentimientos, temores y emociones de todo lo que siente."
"Ese alguien debe de ser Marcos." confirmé, porque era lo más seguro "Puede ser, pero si lo que dices es cierto, no creo que Marcos sepa todo lo que le pasa, o por lo menos ella no se lo cuenta." dijo y fruncí el ceño, porque no sé cómo sabía eso "¿Como es que estás segura? No conoces a Marcos."
"No, claro que no lo conozco en persona, pero es como si lo hiciera, me hablas mucho de él." respondió, pero no me lo creía del todo "Vale, puede ser en ese sentido." Llevábamos hablando un par de horas y me iba a levantar para ir a la cocina cuando empieza a sonar mi teléfono. No iba a contestar y estaba yendo a la cocina para ir a por algo de beber quién fuese que llamase en otro momento.
"Mi niño, yo de ser tu contestaría al teléfono." dijo la abuela desde el salón "Que llame en otro momento si es urgente, ahora estoy pasando el tiempo contigo abuela." contesté entrando en la cocina "¿Y dirías lo mismo si supieses que es Gabriela la que está llamando?"
No hizo falta que dijese nada más, me di la vuelta y lo contesté antes de que colgara y como no mi abuela queda mirando para mí con cara de satisfecha. Creo que se esperaba mi reacción más que nada.
"Hola Gabriela, perdona por contestar un poco tarde." dije y escuché como se rió "No pasa nada, pero que sepas que tengo tu chaqueta." contestó, y es en ese momento miré hacia abajo, confirmando que no tenía la chaqueta "Se me había olvidado." respondí sinceramente "¿Cuándo te la devuelvo? ¿El lunes?" preguntó y asentí, hasta que recordé que no me podía ver "Si quieres sí." contesté.
En ese momento mi abuela empezó a decirme algo, pero si hablar y no me estaba enterando de nada la verdad. "¿Puedes esperar un momento que tengo que mirar una cosa?" le pedí "Si quieres te llamo luego." aseguró y negué "No, no hace falta, no tardaré nada." respondí "Vale, como quieras."
Tapé el micrófono para que no escuchase lo que fuese a decir mi abuela, porque la verdad no tenía ni idea de lo que quería decirme. "¿Qué pasa abuela?" pregunté confundido "¿Qué quiere?" inquirió "Me está hablando para decirme que tiene mi chaqueta, que cuando me la puede devolver."
"¿Y cuándo lo hará?" preguntó con curiosidad "El lunes." respondí "Alex, no seas tonto." No pude evitar fruncir el ceño, porque en este momento estaba un poco perdido a que se refería "¿Por qué soy tonto ahora?" cuestioné "Puedes aprovechar para pasar lo que queda de la tarde con ella."
"No sé si querrá abuela." protesté "Prueba, si por probar no pierdes nada." aseguró y asentí "Eso también es cierto." Destapé el micrófono, me lo puse en el oído y vi como mi abuela sonreía ampliamente.
"¿Qué te parece si me la devuelves ahora en la tarde?" pregunté "No estoy en casa, sigo estando en la de mis abuelos." respondió y me encogí de hombros, a pesar de que en el fondo me entristecía un poco "Vale entonces el lunes."
"Pero puedes venir, no les va a molestar que salga con un amigo." comentó y una gran sonrisa apareció en mi rostro "¿En serio quieres que vaya a buscarte?" pregunté un poco sorprendido "Bueno, buscarme no, pero te mandaré la dirección de donde estaré. No quiero que piensen algo que no es." se rió "Como quieras, estaré ahí lo antes posible."
"Hasta dentro de un rato entonces." dijo, probablemente con una sonrisa en su rostro "Hasta dentro de un rato mi reina." respondí. Antes de colgar se rió y ahora mismo era el hombre más feliz del mundo, iba a salir con Gabriela, aún que fuese como amigos, pero iba a pasar lo que quedaba de tarde con mi amada y eso era lo que me emocionaba.
"Por tu cara puedo decir que ha aceptado." prácticamente firmó mi abuela "Si, ha aceptado." confirmé "¿Pues a que esperas a irte? No se hace esperar a una dama." dijo seriamente y me reí "Cierto, me tengo que ir abuela, lo siento." expresé con total sinceridad y mi abuela movió la mano en mi dirección "No sientas nada mi niño, pero un día de estos tendrás que venir a contarme cómo te fue con ella."
"Lo haré no te preocupes, si quieres vengo mañana mismo." sugerí "Entonces quedamos mañana, pero vete ya." Cogí mis cosas y salí por la puerta, no sin antes darle un beso en la mejilla a mi abuela. En cuanto subí al coche me llegó un mensaje de Gabriela con la dirección en la que estaba al parecer y sé dónde era, lo que no sabía es que hacía en la playa, siempre le encantaron, pero no tengo ni idea la verdad.
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