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83.97% The Guardian [Spanish/Español] / Chapter 823: Corrupción.

Kapitel 823: Corrupción.

La oscuridad la rodeó y Aurora frunció el ceño mientras controlaba su respiración.

El Señor Demonio Quetzal se había suicidado… No, lo que había hecho era alguna clase de ritual o auto-detonación que había liberado una nube negra que la golpeó.

Sin embargo, fue su hermana quien la atrapó y ahora ella estaba en el interior de la sombra de su hermana.

"Alice…"

Ella dijo el nombre de su hermana y la oscuridad se alejó hasta que ella cayó al suelo volviendo a ver de vuelta.

Aurora miró las venas en su cuerpo delgado y sintió como venas pulsaban mientras el color negro se extendía.

Su cabeza dolía y sintió que su cerebro palpitaba mientras pensamientos desordenados surgían en un maremoto.

Ella supo que fue corrompida y controló sus pensamientos, centrando su mente y luego con su espada en la mano hizo que el aura blanca surgiera.

El objetivo era limpiar la corrupción o 'atacarla' y el aura blanca salió de la espada cubriendo su cuerpo y reduciendo las venas de color negro.

Fue curioso como su concepto afectaba la corrupción en el interior de su cuerpo, pero tal efecto fue de ayuda en este momento.

"Tenemos que verificar que nadie haya quedado atrás." Dijo Aurora al ver a su hermana saliendo de la oscuridad.

"Deberías descansar. La corrupción afecta la mente, el cuerpo y el alma." Respondió Alice con seriedad y en un tono serio, reveló. "Y afuera el efecto de la nube negra continua."

Aurora entendía lo que podía hacer la corrupción y ella cambió sus artefactos poniéndose un par de aretes y una muñequera que ayudaran a purificar y proteger su cuerpo.

Un rango S era fuerte en contra de la corrupción, pero lo que fuera que el Señor Demonio Quetzal había lanzado no era una broma y era superior a una corrupción normal.

"Si es así, es mejor salir y ayudar." Dijo Aurora y pensando en ese señor demonio, murmuró. "Ese tipo… No sé lo que pensaba."

Aurora sintió la ira del Señor Demonio Quetzal, pero al final, cuando el faraón no pudo volver al cuerpo, el demonio no mostró furia enloquecida que uno esperaría de un sectario, sino que calma tenebrosa.

Era probable que Quetzal no muriera y era imposible no pensar sobre eso cuando los Señores Demonios y sus dioses tenían muchos medios para mantenerse con vida.

Ella volvió a concentrarse.

Si su hermana tenía razón, entonces necesitaban salir.

Esmeralda iba a hacerse cargo de las almas y Oprovana se encargaría de los no-muertos, mientras que la Cardenal Najjar apoyaría, pero desde que esto había sucedido era probable que las tres estuvieran ocupadas.

Lo que significaba que en caso de que ellas no pudieran ayudar tendrían que moverse y como con la tormenta de arena había sido imposible usar artefactos de movimientos espaciales, si los paladines no fueron lo suficientemente rápidos con el rescate, ellos probablemente fueron atrapados.

La prioridad era los rehenes y no pensar sobre lo que podía hacer un Señor Demonio.

"Ya estoy en movimiento." Dijo Alice y al ver que ella no se rendía, suspiró y agregó. "Solo quédate en la zona oeste, me encargaré de los otros lugares. Si te sientes mal, usa tu aura o escapa."

¿Así que Alice ya se estaba moviendo? Aurora sonrió a su hermana y le dio un pulgar en alto antes de descender en la oscuridad y salir en un callejón.

Ella abrió los ojos sorprendidos al salir en el callejón, ya que todos los colores habían desaparecido y el mundo había quedado en blanco y negro.

Su sorpresa duró un segundo al ver como un no-muerto en la calle se fusionaba con otros convirtiéndose en un monstruo y ella saltó en la pared del edificio y escaló a la cima.

Las almas también eran corrompidas, pero la mayoría atravesaban las nubes negras en lo alto, tal vez atraídas por Esmeralda.

Aurora al subir a los edificios buscó por la zona que su hermana le había mencionado y en su campo de visión percibió colores en este mundo de blanco y negro.

Ella saltó a esa ubicación notando por el camino como los no-muertos se fusionaban y convertían en monstruos.

Antes había miles de no-muerto por las calles o callejones, pero ahora el número había disminuido y lo único que quedaban eran abominaciones gigantescas de carne muerta.

"¿Quieres fuerza para lograr tu objetivo?"

"Gragggh…"

Una voz retumbó de repente en su mente y Aurora gritó de dolor cayendo desde el cielo y golpeando la pared de un edificio y antes de caer, ella apenas estabilizó su vuelo.

Aurora respiró pesadamente, sintiendo como su corazón latía a mil y su cuerpo temblaba en una mezcla de miedo, conmoción y dolor.

Ella se tocó la oreja y notó que sangraba mientras que sus venas tomaban un color negruzco.

"…"

Justo cuando estaba por volver a volar, desde la pared del edificio salió un cuerpo de cinco metros lleno de tentáculos y Aurora, en vez de atacar, se protegió con su aura celeste.

*BOOM*

El impacto con esa extraña abominación la lanzó hacia atrás y Aurora, al estabilizar su vuelo volvió, emanó el aura roja, pero no pudo esgrimir su espada.

Sus instintos le advertían del peligro en su alrededor, pero no de esa abominación y era extraño cuando su mente le decía que la abominación era peligrosa.

Sin embargo, Aurora siempre se guio por sus instintos.

—Cierra los ojos y usa tu aura blanca.

Su sistema, que había permanecido en silencio desde el Duodécimo Portal Abismal, envió un mensaje y Aurora obedeció cerrando sus ojos y lanzando el aura blanca.

Al volver a abrir los ojos, el mundo de blanco y negro adquirió color, pero no era solamente por su aura blanca, sino que por Cesar, cuyos puños estaban cubiertos de fuego.

El gran gorila de cinco metros estaba dejando salir humo por la nariz y también la miraba afectado por la corrupción.

Esta corrupción que no estaba dirigido a convertirlos en monstruos, sino que afectar su mente y convertir en enemigo aquel que era un aliado.

Aurora emanó aún más de su aura blanca hasta que tocó a Cesar y el gran gorila de cinco metros frunció el ceño.

"Me parecía raro verte con varias cabezas." Murmuró Cesar y mirando como las abominaciones se acercaban, agregó. "Vamos. Mi grupo está cerca."

¿Qué clase de monstruo vio él? Aurora dejó esa pregunta de lado y apagando su aura blanca siguió a Cesar por el edificio.

Las abominaciones se acercaban quizás por la luz que ellos emanaban, específicamente el fuego en los puños de Cesar y las auras de ella, pero no lo habían visto todavía.

Al entrar al edificio, Cesar la guio a un departamento y en el interior Aurora vio a tres paladines creando una barrera para diez hombres y mujeres.

Por la ropa, la apariencia y el estado de esas personas era obvio que eran aquellos que fueron capturados, pero la corrupción en ellos ya era alta.

Aurora al notarlos sacó un artefacto espacial y al darse cuenta de que no funcionaba, levantó su espada.

El aura blanca se extendió por el interior de la habitación cubriendo a las personas y evitando que la corrupción se extendiera en esas personas y apoyando a los paladines que se relajaron.

Sin embargo, ella con el artefacto espacial en su mano lo trató de usar y sintió resistencia.

El núcleo de la tormenta de arena fue destruido, pero un hechizo de esta magnitud se disiparía con el tiempo y no inmediatamente, lo que significaba que continuaba.

No obstante, a diferencia de antes, había medios para evitarlo y esta vez Aurora buscó un hueco para lograr su objetivo.

"Fíjense si los artefactos funcionan." Dijo Aurora al levantar su espada y extender un aura de color celeste y luego el color blanco.

El color celeste era para proteger la zona, pero el blanco fue dirigido para eliminar no la corrupción, sino que cualquier interferencia.

Antes había cortado una maldición o la conexión con la maldición y esta vez también quiso hacer lo mismo.

Era difícil encontrar el método para lograrlo, pero ella se forzó y observó cómo los paladines usaban artefactos y otros usaban magia espacial.

Los segundos tuvieron menos complicaciones y al darse cuenta de que podían utilizar magia, se unieron para lanzar un hechizo de magia espacial juntos.

"Ve." Dijo Aurora a Cesar y mirando al gran gorila, señaló. "La corrupción no es una broma."

Cesar gruñó molesto, pero no se quejó.

La corrupción afectaba a humanos como bestias por igual, pero la diferencia de los humanos con las bestias era que los humanos usaban artefactos y podían mantenerse sin verse afectados, al menos no tanto como las bestias.

Si Cesar continuaba aquí sin artefactos o alguna armadura de protección extra, entonces eventualmente sería corrompido más rápido que ella.

Aurora sonrió al ver que el espacio se retorcía y luego el grupo desaparecía.

Ella en ese momento disminuyó su aura y respiró hondo y luego apagó sus auras de repente y se quedó quieta en su lugar.

Sin luz de las auras el mundo volvió a un color de blanco y negro y Aurora tragó con dificultad al notar que por la ventana un grotesco ojo de una abominación la estaba mirando.

¿La abominación había percibido la luz y se había acercado? Aurora se detuvo con su espada en la mano esperando que no la notaran, pero de inmediato supo que no era algo que pudiera evitar.

"¡GRAA!"

El rugido de la abominación fue sonoro y el monstruo destruyó la pared para adentrarse al interior del edificio.

Una abominación compuesta de muchos cuerpos, midiendo cerca de siete metros de altura, ese deforme monstruo destruyó el piso y Aurora realizó un corte con su aura incolora para detenerlo.

El corte se adentró en la carne con relativa facilidad, pero como los cuerpos podridos y huesos que componían a la abominación eran demasiados, el corte no fue tan eficaz.

Sin embargo, para ella, si un corte no lograba lo que buscaba, varios lo harían y tal idea la llevó a balancear su espada otra vez.

Una, dos, cinco, seis, diez… Diez cortes incoloros fueron lanzados en el mismo punto y con la misma dirección y en un segundo la abominación se partió a la mitad cayendo al suelo.

Aurora no pudo respirar aliviada, ya que al otro lado más abominaciones se habían acercado y ahora que ya no estaba la abominación anterior cubriendo la visión, ellos la vieron y Aurora saltó rompiendo el techo y subiendo hacia arriba del edificio.

Desde abajo se escucharon los rugidos y cuando Aurora rompió el techo para salir del edificio voló hacia un costado y se dejó caer con rapidez al suelo.

El edificio era de diez pisos y las abominaciones con el afán de seguirla trataron de escalar, subiendo al séptimo piso en un instante.

Aurora al llegar abajo balanceó su espada en un corte inclinado y su visión fue cortada y con ello el edificio.

Ella saltó para esconderse en el cielo con artefactos y al alejarse lo suficiente se giró notando que tal como esperaba el edificio se deslizaba al caerse.

Las abominaciones fueron golpeadas con los escombros y aplastados, pero, aunque no murieron, el ruido atrajo la atención de otras abominaciones.

Permitiéndole a ella escapar y Aurora volvió a volar para buscar cualquier persona.

"Es pesado…" Murmuró tratando de respirar.

A pesar de que estaba usando artefactos para resistir y evitando usar el aura blanca, el peso de la corrupción no era algo que ella pudiera aguantar directamente.

El peso era agotador y agobiante, una carga mental y física.

Los pensamientos desordenados en su mente eran un problema que la obligaba a estar en guardia y mantener su concentración intacta, tratando de evitar escuchar voces o murmullos de la corrupción… O la fuente de esta corrupción.

—Deberías irte… Esto es peligroso.

Su sistema dio una advertencia y Aurora siguió volando buscando cualquier grupo que pudiera ayudar.

Era verdaderamente peligroso, pero ella tenía confianza en mantenerse en pie por una hora y tal confianza venía de su fuerte cuerpo de luchadora y su voluntad de espadachín y no todos tenían tales ventajas.

Volando con rapidez, Aurora ignoró a las abominaciones entre los edificios y se detuvo de repente cuando notó a otro grupo de tres paladines volar en su dirección.

El grupo estaba vestido como paladines con armaduras a cuerpo completo que cubrían su rostro y en esta oscuridad de blanco y negro, las armaduras resaltaban con facilidad.

"¿Han encontrado a otro grupo?" Preguntó Aurora con calma y una sonrisa.

Trataba de parecer amigable en caso de que fuera similar al encuentro con Cesar en donde ella los vio como monstruo al igual que él.

Sin embargo, cuando los paladines se acercaron a diez metros, Aurora deslizó la cabeza a un lado y sintió un ardor en la mejilla por el corte de la daga de un paladín.

Ella levantó la espada de vuelta, deteniendo el mazo del tercer paladín, y al patearlo repelió la espada del último paladín antes de retroceder para defenderse.

Aurora no tuvo que preguntar por qué la atacaban, no cuando notó los movimientos de los paladines.

Los paladines mayormente usaban espadas y armaduras de cuerpo completo, teniendo un estilo honesto y directo a la hora del enfrentamiento y cuando se ponían serios rodeaban las espadas de un aura espacial que podía cortar gruesas barreras.

No obstante, estos 'paladines' usaban armaduras de manera incómoda y llevaban otras armas con auras diferentes, cada uno de ellos siendo de rango S.

Aurora atacó de inmediato sin dudarlo, yendo por aquel que usaba un mazo y lo golpeó en el aire.

La fuerza de una luchadora trasmitida por medio de la espada fue difícil de soportar y el hombre perdió el equilibrio cuando la plataforma que había creado para mantenerse se rompió y Aurora volvió a levantar su espada.

Dio la impresión de que iba a asesinarlo, pero antes de que su espada cayera ella se hizo a un lado esquivando la daga y la espada cayó en el hombro de aquel que usaba la daga.

El corte con aura roja partió la armadura y también perforó la carne, profundizando hasta el hueso.

"¡Perra!"

Aquel que usaba el sable se sacó el casco revelando una boca gigantesca de cabeza y la atacó usando el sable para detenerla.

Aurora necesitó tres intercambios cortos para darse cuenta de que sus oponentes tenían una destreza promedio y al quinto movimiento, ella supo cómo contraatacar.

"¡Muere!"

Aquel que manejaba el mazo la atacó gritando con odio y Aurora utilizó su espada desviando de tal forma el mazo que repelió la daga del segundo hombre y al ver el hueco en la defensa, ella perforó el pecho del hombre con daga.

El hombre cayó al suelo y aquel que manejaba el sable volvió a moverse lanzando decenas de cortes negros y ella lo desvió todo para lanzar su ataque incoloro en medio, lo suficiente poderoso como para romper la barrera y cortar la armadura y la carne.

Al final el último oponente trato de aplastarle la cabeza y Aurora agarró la mano del hombre y con su espada la clavó en el estómago y luego lo pateó para que cayera al suelo.

Cada uno de ellos había sido de rango S y si bien el primer ataque la hirió, luego fue una batalla fácil.

Si bien ella no era un rango SS desde hace un tiempo, estaba a la altura de aquellos de ese rango, llevando a que ahora pudiera luchar con relativa facilidad en contra oponentes promedios.

"Debería…"

Debería encargarse de ellos… Tales palabras era lo que quiso decir, pero un mareo repentino hizo que todo girara en su campo de visión y ella reaccionó de inmediato fortaleciendo su concepto de luchadora.

Al hacerlo sintió un dolor en su mejilla y al tocarse se dio cuenta de que la sangre se mezclaba con sustancia negra.

"Maldito hijo de puta."

—Es una maldición de corrupción, deberías volver.

Ella maldijo en voz alta por el dolor de la pequeña herida y apretó su espada emanando el aura blanca, causando un dolor aún más intenso.

El comentario de su sistema hizo que Aurora se moviera hacia el techo de un edificio para activar un artefacto de movimiento espacial.

Al volar ella quiso pisar el suelo, pero el dolor se intensificó y el mareo creció llevando a que cayera el suelo.

Su corazón latía con rapidez y el dolor aumento, pero ella se mordió los labios para estabilizar su mente.

El aura blanca de su sistema surgió para repeler la corrupción y la ayudó a traer calma, lo suficiente como para que ella pudiera levantar la cabeza.

Una espada envenenada significaba que un corte podía ser mortal y si bien ella tenía un cuerpo fuerte, dependía mayormente de su sistema para tales situaciones.

El aura blanca de su sistema la podía ayudar a recuperarse de heridas aterradoras y esta vez la ayudó a evitar que cayera por lo que fuera que la herida causara.

Aurora se afirmó con su espada mientras estaba arrodillada y cuando estuvo por usar el aura blanca de su espada sintió como si la oscuridad la hubiera rodeado.

Tenebroso y siniestro, era una oscuridad más profunda que la sombra de su hermana y en esa oscuridad una figura se superponía.

Una figura humanoide con decenas de brazos saliendo por su torso y si bien la figura era de color negro, no se mezclaba con la oscuridad que lo rodeaba, pero ocultaba sus rasgos dejando una silueta que la observaba.

Aurora sintió que todo se alejaba y sus sentidos se apagaron lentamente, mientras que lo único que quedaba era miedo instintivo.

—Aurora.

"Aurora…"

La voz se escuchó a lo lejos, pero el texto apareció en su mente y Aurora, dándose cuenta de que lo que estaba al frente de ella era algo que un mortal no debía ver, cerró los ojos y apretó el agarre de su espada.

El aura blanca surgió de la espada luchando y expulsando la oscuridad y a pesar de que ella escuchó ruidos de grietas en su espada, continuó hasta que eventualmente esa presión mental y el miedo instintivo desapareció.

Entonces abrió los ojos notando que el color había vuelto y la oscuridad que la había rodeado había desaparecido.

La presencia también desapareció y su aura blanca se había extendido a cientos de metros del edificio en donde estaba, quemando y purificando a las abominaciones.

Haciendo retroceder la corrupción del Dios de las Abominaciones.

El aura blanca emanaba de la espada cuyo filo se había vuelto totalmente blanco y cuyas grietas se extendían por la hoja de la espada desde la punta hasta la base.

Aurora apagó su aura y a diferencia de otras auras, el blanco que había liberado era tan intenso que permaneció como una nube blanca que repelía la corrupción.

Ella se quedó contemplando la luz en la oscuridad y notó como la sombra de su hermana se movía.

La oscuridad tan familiar de su hermana era completamente diferente a esa presencia que estaba aquí y Aurora sonrió.

Ignorando tanto la voz que se había superpuesto con el texto, así como también la figura que había visto.

"Ya terminamos." Dijo Alice saliendo al frente de ella y de inmediato se acercó a ella con una expresión seria.

"¿Tan mal me veo?" Preguntó Aurora al ver la mirada preocupada de su hermana y sin poder evitarlo sonrió.

Para ella era obvio que no se trataba de veneno o la maldición de la espada que la afecto, sino que la presencia y lo que fuera que había hecho el Señor Demonio Quetzal y aquel que estaba a su espalda.

Pero tal como había dicho su hermana… Ya habían terminado.


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